Olimpismo

A quién representa realmente Kirsty Coventry

La nueva presidenta centró su campaña en potenciar a la mujer como directiva del deporte y también dejó clara su posición contraria a que las mujeres transgénero pudieran competir en la categoría femenina

Kirsty Coventry, futura presidenta del COI Reuters

El pasado jueves Lausana quedó cubierta por un enorme enigma, tan extenso y brumoso como el lago Lemán en invierno. El cónclave olímpico celebrado en tierras griegas había arrojado un desenlace tan rápido, tan demoledor, que, pasados los días, sigue sorprendiendo en la ciudad suiza ... la facilidad con que la exnadadora Kirsty Coventry, espaldista de éxito, ministra de Deportes de Zimbabue, machacó a todos sus rivales en la primera votación y se erigió como la nueva (y primera en la historia) presidenta del Comité Olímpico Internacional. Su elección entraba dentro de lo posible y no fue en sí una extraordinaria sorpresa. La contundencia del resultado, con más del doble de votos que Samaranch junior (segundo) y a varias piscinas de distancia de los otros cinco candidatos, sí levantó muchas cejas.

¿Cuáles son las claves de la elección de Coventry? ¿En qué se ha cimentado la facilidad de su victoria? ¿A quién representa realmente? Por un lado, la nueva presidenta centró su campaña en potenciar a la mujer como directiva del deporte y también dejó clara su posición contraria a que las mujeres transgénero pudieran competir en la categoría femenina. El africanismo fue otra de sus bazas, siempre con la idea de que una ciudad de su continente pueda ser algún día sede de unos Juegos Olímpicos.

La estruendosa aparición de la exnadadora de Zimbabue, con siete medallas olímpicas a su espalda, ha sido muy celebrada a nivel internacional, especialmente por los deportistas. Carlota Castrejana, olímpica en atletismo y baloncesto y a su vez directiva del deporte, destaca que «Coventry tiene un perfil poderoso y actual, que le va a permitir liderar un movimiento que tiene que guiar y dar luz a los nuevos desafíos del deporte. Sabrá adaptar su producto estrella a las nuevas generaciones». La riojana, desde Atlanta, donde reside, añade: «Tiene una capacidad innegable, respaldada por una carrera meteórica y una victoria arrolladora en las elecciones. No va a ser un camino fácil, pero top, apuesto por ella».

Javier Moracho, excampeón de Europa de atletismo y siempre vinculado a las estructuras organizativas del deporte, opina que «la elección de Coventry ha sido como la llegada de aire fresco y renovador al Comité Olímpico Internacional». «Por fín una mujer, y además, joven, preside el COI. Ya era hora!» indica el vallista oscense, muy satisfecho con la elección.

María Peláez, exnadadora, campeona de Europa en 200 metros mariposa en 1997, también avala a la nueva presidenta. «Tengo la esperanza de que su experiencia como deportista del más alto nivel y juventud traigan una visión de los Juegos y del movimiento olímpico fresca e interesante, huyendo de excentricidades y de alimentar egos», afirma. «Coventry, igual que en la natación, ha conseguido múltiples logros en una sola 'competición'. Del éxito conseguido (africana, joven y mujer) el más destacable a nivel global es que vuelve a romper un techo de cristal. Pero creo que el apoyo conseguido en una primera ronda será casi tan importante. En un momento de extremos, la estabilidad que puede darle este consenso es una rareza».

Feminismo y africanismo aparte, existe otra forma, mucho más sencilla, de interpretar la victoria de Coventry. La candidatura de la africana, claramente etiquetada como oficialista y de continuidad, fue lanzada desde el primer momento por Thomas Bach, el presidente que cesará en el cargo el 23 de junio. Su victoria, a la primera y sin oposición, reflejaría el estricto control que el dirigente alemán ha sido capaz de mantener sobre los miembros del COI (una gran mayoría fueron nombrados directamente por Bach durante su mandato) para conservar su poder y asegurar la continuidad de su línea de trabajo. Cambiar para que todo siga igual.

Hay una frase que ha delatado a Thomas Bach. El pasado jueves, nada más conocerse el resultado de la primera votación (no fueron necesarias más rondas), preguntaron al presidente saliente cómo valoraba el resultado. «Me siento aliviado», fue su respuesta, reflejando un estado de ansiedad ante la incertidumbre de la votación y dando a entender que la elección de otro presidente no habría sido de su agrado. El gran derrotado (recibió la humillante cifra de ocho votos de apoyo frente a los 49 de Coventry) fue el inglés Sebastian Coe, cuya iniciativa de otorgar premios económicos a los atletas en los Juegos sin haber consultado al COI le terminó pasando factura. Salirse del tiesto no está bien visto en Lausana.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios