Desde el tartán
La marcha y el bosque
«Saltos, lanzamientos, pruebas combinadas… España no está al nivel exigido en estas especialidades y hay que profundizar en las causas»
El balance de España en Budapest: un salto adelante con carencias
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Iniciar sesión«La marcha atlética es casi una contradicción», escribió el periodista inglés Mel Watman. La especialidad, consistente en caminar muy rápido sin llegar a correr, vive tiempos convulsos, con eliminación de pruebas, reducción de distancias y un enorme riesgo de desaparecer del programa olímpico. ... El desinterés exhibido por Sebastian Coe hacia esta disciplina en los Mundiales de Budapest es todo un signo de que el futuro en los Juegos de la caminata (como es denominada en México) es sombrío.
En medio de la agitación y la oscuridad en la que viven actualmente los marchadores, dos españoles, María Pérez y Álvaro Martín, han sumado cuatro medallas de oro en los Mundiales, un hito espectacular que resuena como un grito reivindicativo. Estos cuatro triunfos, más la plata de Katir, han catapultado a España a un lugar mágico en el medallero: tercera, por detrás de Estados Unidos (12 oros y 8 platas) y Canadá (4 y 2). Se trata de una imagen engañosa.
El atletismo español no es la tercera potencia mundial, como se apresuró a aclarar ayer, con honestidad, el seleccionador José Peiró. La reciente Copa de Europa disputada en Polonia había situado a España en la cuarta posición continental (por detrás de Italia, Polonia y Alemania) logrando su mejor actuación en toda la historia. Un puesto que se transforma en quinto por la ausencia de Rusia.
Estados Unidos, Canadá y Jamaica poseen un atletismo más potente que el español de forma global, sin embargo, otras potencias como Kenia, Etiopía o Uganda brillan mucho en las carreras pero carecen de solidez en saltos y lanzamientos. España se situaría por tanto en un octavo puesto mundial de forma objetiva. Ese es su verdadero lugar actualmente en el escalafón universal.
El mediofondo español ha presentado un buen rendimiento en Budapest gracias a las excelentes actuaciones de Katir (plata en 5.000), Ben (cuarto en 800) y Romo (sexto en 1.500). También hubo brillo en la longitud femenina con Diame y Ebosele, sexta y octava. En el resto de especialidades España ha mostrado debilidad.
Son necesarios planes de desarrollo técnico y núcleos de especialidades bien dotados a nivel de entrenadores y presupuesto. Los juniors no han funcionado bien este año y la exigencia de mínimas de la federación española por encima de los requerimientos de World Athletics ha demostrado ser un error. En atletismo, los elitismos son peligrosos porque desgastan la base y desmotivan a los atletas que van camino del éxito.
Es momento de analizar a fondo lo que falla en las especialidades que requieren trabajo técnico concienzudo. Saltos, lanzamientos, pruebas combinadas… España no está al nivel exigido en estas especialidades y hay que profundizar en las causas. Para encontrar las soluciones no hay otra vía que contar a fondo con los entrenadores, escucharlos y apoyarlos de verdad. Esta labor es urgente con los Juegos de París a un año vista. Porque la marcha no nos deja ver el bosque.
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