¿Por qué Dani Alves sale de la cárcel si está condenado? El horizonte judicial del ex jugador del Barcelona

Porque no hay riesgo de reiteración delictiva, al no tener antecedentes previos, y porque la pena impuesta por violación, cuatro y años y medio de cárcel, es muy inferior a la que solicitaban las acusaciones. También por aunque existe un «cierto riesgo de fuga» éste puede contrarrestarse con medidas menos gravosas, como la retirada del pasaporte y comparecencias ante el juzgado.

Todas las partes han recurrido el fallo, que lo condenó por la agresión a una joven de 23 años en la discoteca Sutton. Es decir, no es firme y ahora el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña tiene que decidir si mantiene la pena impuesta el brasileño o si estima alguna de las peticiones de las partes. Por un lado, la Fiscalía y la acusación particular, que reclaman aumentar la pena y que no compute como atenuante que éste consignase 150.000 euros en concepto de indemnización. El Ministerio público pide elevarla a nueve años, y la abogada de la víctima, a doce.

Por su parte, la defensa de Alves, que ejerce Inés Guardiola, reclama su absolución, al esgrimir su cliente que no se trató de una agresión sexual, sino de relaciones consentidas. Ante este horizonte, a la espera de que el TSJC se pronuncie, la penalista reclamó la puesta en libertad provisional Alves, precisamente, porque el fallo no es firme.

El ex lateral del Barça lleva 14 meses en prisión, donde ingresó el 20 de enero de 2023. En ocasiones anteriores, la Audiencia de Barcelona denegó su puesta en libertad, entre otros motivos, por el elevado riesgo de fuga, asociado a la gran capacidad económica del brasileño. Pero ahora, la Sección 21, con un voto particular, apunta que, pese a persistir «cierto riesgo», existen otras medidas menos gravosas para afrontarlo que la cárcel.

Entre otros, que Alves «ha expresado su firme propósito de permanecer en todo momento a disposición» de la Justicia, tal y como manifestó el martes, durante de la vista para solicitar su excarcelación. Además, recuerdan los magistrados, cuando supo que había sido denunciado por agresión sexual «vino voluntariamente a nuestro país», por ello remarcan en su auto: «Su entrega a las autoridades y vuelta a España, en la que actualmente tiene fijado su domicilio, fue del todo voluntaria».

Sostienen así que, pese a estar condenado, dicha condena no solo no es firme, sino que es más baja que la solicitada por las acusaciones -nueve y doce años-. También que el riesgo de fuga, en estos momentos, puede contrarrestase con la retirada de ambos pasaportes, el español y el brasileño, y también con comparecencias semanales ante la Audiencia. Y, como medidas de protección a la víctima, con una orden de alejamiento y prohibición de comunicación.

Una vez salga de Brians 2, Alves esperará en libertad a que el TSJC resuelva los recursos. Si, finalmente, resultase absuelto, no tendría que volver a prisión. Si los magistrados declarasen firme la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial, el futbolista podría ingresar de nuevo en la cárcel aunque, al haber cumplido ya más de un cuarta parte de la pena impuesta, tendría derecho a solicitar permisos, y en poco tiempo podría disfrutar del tercer grado. En caso de que el tribunal elevase la pena, significaría, como es obvio, que los plazos se alargarían.