Los grandes charcos de Rubiales: Piqué, presunto espionaje, el maletero, Tebas y mensajes comprometidos

Desde su llegada a la RFEF en mayo de 2018, Rubiales ha ido encadenando una serie de polémicas que están marcando su mandato y que dividen a la opinión pública con respecto a su continuidad en el cargo. Líos con otras instituciones -como LaLiga o la Asociación de Futbolistas- o vínculos cuestionables con jugadores en activo: los charcos del directivo no dejan indiferente a nadie.

Uno de los casos más sonados fue el de la filtración de unos audios privados con Gerard Piqué, jugador en activo del FC Barcelona, en los que se destapaba que el culé había hecho negocios con el presidente de la RFEF para, a través de su empresa, Kosmos, llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí y lucrarse con el acuerdo.

Además, el central azulgrana le pidió ayuda para ir a los Juegos Olímpicos y se dirigió a él para quejarse por los árbitros y el VAR.

Un escándalo que derivó en una de las ruedas de prensa más surrealistas que se recuerdan en el fútbol español, aquella de la «cocaína en el maletero», el «Soy de Motril» o el «mi hermana me partió las piernas».

Además, a raíz de demostrarse que el acuerdo con Arabia Saudí era más beneficioso en términos económicos para Rubiales si Real Madrid o Barça se clasificaban para la final, el presidente decidió eliminar las variables de su sueldo y evitar así suspicacias sobre su interés personal en que los dos grandes vencieran en semifinales.

De aquellas filtraciones que derivaron en la mayor crisis -o la más mediática- que ha tenido que gestionar el sucesor de Villar, también salieron audios con el por entonces capitán del Real Madrid, Sergio Ramos.

En sus conversaciones, el sevillano se quejaba del VAR -como también había hecho Piqué- y las decisiones arbitrales, además de pedirle ayuda a 'Rubi', como suelen dirigirse a él, para que el madridista lograra conquistar el Balón de Oro.

De entre las batallas que ha tenido que librar el que fuera en su día presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, la que protagonizó con, precisamente, quien ostenta a día de hoy ese cargo, David Aganzo, hizo temblar los cimientos del fútbol español.

El exfutbolista del Real Madrid y ahora máximo mandatario del sindicato de jugadores, presentó una denuncia ante la Guardia Civil por presunto espionaje: le acusó de haber contratado a detectives para hallar información que pudiera perjudicar a Aganzo, con quien había mantenido ciertos desacuerdos.

Pero sin duda la palma de las guerras institucionales se la lleva la que mantiene con Javier Tebas, presidente de LaLiga. El jefe de la competición doméstica aseguró que con Rubiales había vuelto «el mamoneo de Villar» y son muchos los frentes que mantienen abiertos con especial conflicto en el reparto de competencias, como la decisión de los horarios de los partidos.