Xavi, el entrenador de las mil excusas

A todo ello hay que sumarle que el césped tendrá una altura de 23 milímetros (el reglamento establece una medida de entre dos y tres centímetros) y estará uniformemente regado por los numerosas aspersores del Camp Nou. No hay excusas, a priori, en la cita ante los colchoneros, ni por el excesivo sol, ni por la altura de la hierba, ni por la sequedad de la superficie.

Xavi, el señor de las excusas, justificó este sábado sus argumentos y sus quejas después del malestar que expresó la semana pasada en Getafe por tener que jugar a la misma hora que hoy. «A mí se me critica por todo. No me molesta nada. Por más memes que me hagan, el sol me molesta. El campo seco no nos beneficia. La pregunta es para el Getafe y para su entrenador, Quique Sánchez Flores: ¿por qué no regó el campo? ¿por qué estaba el campo más alto de lo habitual?», se cuestionaba tras el entrenamiento.

«No voy a parar hasta que haya una norma por la superficie. En todos los deportes la hay. En el golf, si el césped está alto, se corta. Si LeBron tiene la pista mojada, se pasa la mopa y se seca. Si llueve en el tenis, se para. Y nosotros podemos hacer charcos... No me voy a callar. Normal que la juventud no vea los partidos enteros. Podíamos haber empatado igual. No es cuestión de resultado. Lo digo también cuando gano. Vamos a cuidar esto. Si queremos espectáculo, vamos a cuidarlo. Si jugamos con sol, se seca el césped. No voy a parar», añadía el técnico, que para recibir al Atlético ha convocado a Lamine Yamal, un niño de 15 años.

Enrique Cerezo bromeó con esta cuestión en una entrevista que le realizaron en la Ser con motivo del partido de esta tarde. «¿Sol en el Camp Nou? Qué bien. El sol es maravilloso. Xavi tendría que haber puesto sombrillas en el campo contra el Getafe», ironizó el presidente del Atlético de Madrid cuando le cuestionaron por la meticulosidad del técnico y sus quejas sobre todo lo que rodea a los partidos que juega el Barça.

No obstante, en defensa de Xavi también hay que dejar constancia del malestar generalizado de otros entrenadores y también jugadores por los horarios y las condiciones climáticas de los partidos. Para Javier Aguirre (Mallorca), jugar a las 14.00 horas, o para Yeray (Athletic) hacerlo a las 22.00 horas les perjudica. En el caso del Mallorca es un horario estratégico para LaLiga, puesto que permite que en Corea puedan ver en directo a su compatriota Kang-In Lee. «Le agradezco mucho a LaLiga que nos ponga nueve partidos a las dos de la tarde con este calor. Espero que Corea apague la televisión y no vea a Kang-In, porque es jodido estar así. Entiendo que de ahí sale parte de mi salario y es un buen negocio, pero un poquito de por favor, que diría aquel», se quejaba el técnico mexicano. La última crítica había sido la de Xavi tras el empate en Getafe.

«Estamos acostumbrados a jugar sin sol. Sin ánimo de que suene a excusa, estamos acostumbrados a jugar más de noche. Es una evidencia. Pero ahora nos viene otro a las 16.15 horas», lamentó el catalán, a lo que Sánchez Flores respondió con gracia: «Pues Nivea, 'after sun', cualquier cosa...».El jardineroEl césped es una de las grandes obsesiones del técnico azulgrana. En Madrid le apodan con sorna 'El jardinero' desde que le afeara a Mourinho que mandara no cortar el césped del Bernabéu en la semifinal de Champions del 2011.

Desde entonces no duda en salir a la palestra para denunciar a todos aquellos equipos que dejan la hierba alta, al límite del reglamento, o rehusan regarla para evitar la velocidad del balón. Una de sus intervenciones más sonadas en este sentido fue en el Nuevo Zorrilla en 2014 tras una derrota ante el Valladolid (1-0).La semana pasada también se quejó, al margen del horario y del sol, del césped del Coliseum Alfonso Pérez, provocando la airada respuesta del técnico del Getafe. «No voy a entrar en eso. No hemos jugado en un albero ni en tierra. El césped es precioso y es igual para los dos. Allí lo dejan cortísimo y rapidísimo. Para sus condiciones técnicas. Nosotros jugamos en las condiciones que son mejores para nosotros. No hemos hecho nada fuera del reglamento», se defendía Quique.

La retahíla de excusas del egarense se completa con el estilo de juego del rival o por las medidas del terreno de juego. Durante la previa de un encuentro ante el Villarreal, el técnico culé afirmó que sería un partido difícil «y más en su campo, con unas dimensiones más pequeñas de lo normal». Sin embargo, el estadio del Villarreal cumple con unas dimensiones reglamentarias de la UEFA, de 105 metros de largo por 68 de ancho. Medidas que son, exactamente, las mismas que tiene el Camp Nou.