España, uno por uno
Así jugaron los internacionales en el choque de cuartos ante Paraguay
Casillas : Apareció “El Santo” de nuevo. No sólo paró el penalti de forma providencial sino que realizó buenas paradas al principio y al final del encuentro, cuando peor pintaban las cosas. Despejó dudas, si es que alguien las tuvo en algún momento.
... Sergio Ramos : No estuvo tan clarividente como otras veces, subió tanto como otros partidos, pero sus centros carecieron de presión y tampoco desbordó con fluidez.
Piqué : Flojo en defensa con un penalti de colegial, pero mejor en la salida de balón, algo primordial ante la presión paraguaya. Ahí estuvo acertado.
Puyol : Un partido de furia y garra ante un rival tremendo como Cardozo, que le sacaba la cabeza. Peleó como un jabato y sacó todo lo que pudo en el área.
Capdevila : Demasiados despejes a ver qué pasaba en vez de salir jugando. Tapó bien su banda aunque no le exigieron en exceso. Dobló bien arriba.
Xavi : De menos a más. A medida que se fue difuminando la presión que todo Paraguay ejerció sobre él empezó a crecer y a encontrar huecos. El último tramo del encuentro, cuando se cocieron las habichuelas de verdad, fue todo suyo.--
Busquets : No tuvo su mejor día. Se contaba con él para desatascar la presión paraguaya sobre los creadores españoles, pero estuvo lento y obtuso. Bien en defensa, deficiente en la creación.---
Xabi Alonso : Más lento que en otras ocasiones, no encontró los huecos en la medular para salir de la laguna negra en la que nos metió el rival. Metió un penalti y falló otro. Peor que otros días.
Iniesta : Mejoró en la segunda mitad, cuando abandonó la banda y decidió juntarse con Xavi. Ahí empezó España a ganar la batalla del medio campo porque los dos pequeños enlazaron y Paraguay ya tuvo que dar un paso atrás. Siempre pasó algo cuando cogió el balón.
Fernando Torres : En la línea discreta de todo el Mundial. Ansioso, desbocado, se lanza contra los defensas como si pudiera atraversar muros. No encuentra la chispa necesaria. Sigue sin estar.
Villa : Otra vez un tipo venenoso para el portal contrario. Cada vez que agarra un balón toca alerta entre los rivales. Rondó y rondó, picó y picó hasta que al final decidió el encuentro con su habitual oportunismo.
Cesc : Entró en un momento difícil y tampoco aportó nada nuevo. No desentonó, pero tampoco dio soluciones. Le hicieron un clarísimo penalti.
Pedro : Otra mosca cojonera en el trasero de los rivales. Fue salir y revolucionó el avispero paraguayo. Les obligó a dar dos pasos atrás para ya no salir. Coció el gol del triunfo porque, no se sabe cómo, pero siempre aparece en el meollo de todo.
Marchena : Últimos minutos para contener el arreón final del rival. Lo hizo con lo que sabe: firmeza, experiencia y mucho oficio.
Del Bosque : Un encuentro complicado en el que había que encontrar soluciones. Tiró del fondo del armario como ante Portugal y esta vez solucionó el crucigrama con Pedro. Cambios racionales, que eran los que pedía el partido. No perdió la cabeza en ningún momento.
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