La trágica historia del portero de fútbol alemán que jugó en el Barcelona: su relación con Mourinho y el motivo de su final

Será la primera oportunidad para certificar el pase a los octavos de final, aunque será en un estadio maldito para los catalanes desde 2020. Allí recibieron la peor humillación europea de su historia reciente, un escandaloso 2-8 contra el Bayern, que por aquel entonces dirigía precisamente el ahora técnico blaugrana, Hansi Flick.

Una herida que volvió a sangrar en 2021 cuando los azulgrana, entonces con Xavi Hernández en el banquillo, cayeron 3-0 en la primera fase contra el cuadro local en su última visita a Lisboa, ciudad de un equipo que han vestido varios futbolistas en la historia del Barcelona. Nélson Semedo, Simão Sabrosa, Javier Saviola, André Gomes, Nolito, Geovanni o Robert Enke son algunos de los jugadores que se enfundaron la camiseta de ambos equipos.

Recordada es la trágica historia del aleman, que vistió además la camiseta de la selección de su país en ocho ocasiones. Robert Enke pasó de puntillas por el Barcelona antes de quitarse la vida un 10 de noviembre de 2009. Murió con 32 años cuando jugaba en las filas del Hannover 96, en un accidente fatal que horas después fue confirmado oficialmente como un suicidio.

El portero, que también jugó en el Tenerife, se quitó la vida arrojándose a las vías del tren en un paso a nivel cercano a su casa de Neustadt. Detrás de él se escondía una lucha incompatible. La de ser el mejor y que nadie se diera cuenta de que era víctima de una enfermedad tan destructiva como la depresión. El libro Una vida demasiado corta, del periodista y escritor alemán, Ronald Reng y presentado hace un mes en España esclarece los motivos que llevaron al deportista de élite a tomar esa decisión.

Su etapa en el Barça, donde no logró asentarse, estuvo marcada por el sufrimiento y las críticas. Robert Enke jugó solo cuatro partidos en el club azulgrana. Fue el primer fichaje de la entidad para la temporada 2002-2003. Llegó con la carta de libertad procedente del Benfica, pero estaba en la agenda del club desde que jugaba en las filas del Borussia Mönchengladbach (1996-1999).

Reng revela que el alemán fichó por el Barça por recomendación de Mourinho y que ese periodo supuso el comienzo de su hundimiento personal: «No tenía ni un solo amigo, se aferró a la idea de que todo iba en su contra y le llegaban rumores de que Valdés era titular por ser catalán».

Debutó el 26 de julio en Thonon-les-Bains, contra el Grenoble Foot 38. Jugó la primera mitad y no encajó ningún gol. La presencia de tres porteros en la plantilla -él, Bonano y Valdés- hizo que Louis Van Gaal, por aquel entonces técnico blaugrana, les hiciera jugar a todos durante la pretemporada, eligiendo finalmente al canterano para iniciar la competición oficial.

Al alemán le llegó la oportunidad en la Copa, un 11 de septiembre, pero empezó con derrota en Novelda (3-2) y el KO le relegó a un segundo plano. «Se autoinculpó de forma exagerada y se sintió muy solo cuando Frank de Boer le criticó por su actuación durante una rueda de prensa. Se hizo una idea equivocada de lo que pensaban de él en el vestuario», apunta su biografía.

No repitió bajo los tres palos hasta el 29 de octubre, ante el Brujas, en Champions (0-1), un partido en el que el Barça no se jugaba nada al estar ya en la siguiente fase. Volvió al marco el 13 de noviembre, en el último partido de la primera liguilla, en la que el equipo, igualmente, no se jugaba nada (3-1).

Jugó un par de amistosos ante Benfica y Cádiz y la expulsión de Bonano en Pamplona le abrió las puertas de la Liga, pero encajó dos goles (2-2). Estuvo en el amistoso ante el Lorca y ante el Al Atthihad (5-0), el 2 de abril de 2003, defendió por última vez el marco catalán. A final de temporada fue cedido al Fenerbahçe turco. Su salud mental empeoró en 2006 después de la muerte de su hija de dos años, que falleció a causa de unos graves problemas de corazón.

«Robbi no sólo debe ser recordado con melancolía y tristeza«, declaró su viuda Teresa, que gestiona la Fundación Robert Enke organizando jornadas de salud mental, en 'Bild'. «Podía ser muy alegre. Y tenía un oscuro sentido del humor, nos reímos mucho juntos. Fue su enfermedad la que lo llevó a la muerte», apuntó la viuda del portero internacional con Alemania.

A lo largo de su carrera Robert Enke jugó para Carl Zeiss Jena (1995-1996), Borussia Mönchengladbach (1996-1999), Benfica (1999-2002), Barcelona (2002-2003), Fenerbahçe (2003), Tenerife (2004) y Hannover 96 (2004-2009).