Partidos de 100 minutos: el aumento del tiempo de prolongación desata una nueva guerra del fútbol

Se enfrentaron el pasado domingo el Arsenal y el Manchester City en la final de la Community Shield, una suerte de supercopa inglesa entre el ganador de la Premier League y el vencedor de la FA Cup (al haber conquistado el City las dos competiciones fue el Arsenal, segundo clasificado del torneo liguero, el encargado de comparecer en el estadio londinense de Wembley). En el minuto 77, tras un partido trabado y de pocas alternativas, los pupilos de Guardiola se adelantaron tras un tremendo latigazo del canterano Cole Palmer. Desde ese momento, los de Mánchester se dedicaron a gestionar el balón ante un Arsenal cada vez más desesperado.

Al alcanzar el 90, el árbitro, Stuart Attwell, decretó un añadido de ocho minutos, pero cuando se llegó a la mágica cifra, la ansiedad cambió de bando, con un City enrabietado por el infinito tiempo extra decretado y con un Arsenal que terminó encontrándose con una vida extra que ni siquiera sabía que tenía. La incierta final se cerró con un gol en propia meta de Akanji en el minuto 111 y con el equipo de Arteta proclamándose campeón en la tanda de penaltis posterior.

Noticia Relacionada

Los diez equipos que más llevan gastado durante el mercado de fichajes

Daniel Cebreiro

El Arsenal, líder en inversión este verano, comenzó a rentabilizarla con el título de la Community Shield conquistado ayer ante el City

No tardó Guardiola en alzar la voz tras la derrota, indignado con la decisión arbitral de prolongar el partido tres minutos más de lo que había decretado en un primer momento. «Si cada vez que marcas un gol en un partido que va 4-3 ponen 30 segundos o 45 segundos de añadido, entonces mañana por la mañana a las 9 estoy aquí jugando», ironizó el técnico del City, además de cargar contra los organismos responsables de esta nueva medida con la que se intenta compensar la pérdida de tiempo en las celebraciones. «Es una buena pregunta para la 'International Board' (organismo que dirige el fútbol británico en colaboración con la FIFA), porque no consultan a los directivos ni a los jugadores cuál es su opinión. Vas allí y tienes que aceptarlo».

Menos molesto, algo extasiado por las mieles de la victoria, estaba Arteta, que mostró un discurso más optimista, de aceptación incluso. «Al final se trata del tiempo efectivo. Me parece muy bien, porque creo que se estaba yendo demasiado lejos. Ahora los equipos se lo van a pensar dos veces y nosotros vamos a tener que estar preparados para jugar 100 minutos, porque va a ocurrir todas las semanas», aseguró el técnico vasco en rueda de prensa. Un esfuerzo físico extra para los jugadores en una temporada ya de por sí cargada de muchos minutos, una preocupación más para los entrenadores.

Los tiempos añadidos de larga duración son ya una realidad, y no solo en Inglaterra. La semana pasada, el Comité de Árbitros español advirtió de que, en la Liga 2023-24, se sumará un minuto de añadido por cada gol que se celebre durante un partido (la temporada pasada, la competición española fue donde más minutos se jugaron y donde menos fútbol efectivo hubo de todas las grandes ligas europeas).

También en el Mundial femenino, que se disputa actualmente en Australia y Nueva Zelanda, se está dando ya rienda suelta a la novedosa medida. Durante la fase de grupos, la media de añadidos fue de 14 minutos, cifras que obtuvieron máximos históricos en partidos como el Estados Unidos-Vietnam, donde se sumaron 12 en la primera parte y diez en la segunda, o en el Italia-Sudáfrica, donde el montante total ascendió hasta los 23 minutos. Un escenario que también ha mostrado que la FIFA y los colegiados se mostrarán inmisericordes. Por ejemplo, en el Alemania-Marruecos, las germanas ganaban 6-0 en el minuto 90, y aún así el duelo se prolongó hasta el 100. Así es la nueva realidad del fútbol.