Ter Stegen, un ídolo relegado a problema por el Barça

A aquella lesión del cruzado en Villarreal le siguieron la llegada de Szczesny, que tardó pocos partidos en ganarse a Flick y el favor de la grada, y una vez concluida la temporada, el fichaje de Joan García, el nombre elegido por el técnico alemán y la entidad para ser amo y señor de la meta del Camp Nou.

Su elevado salario y la dificultad que supone gestionar el tener a un peso pesado como Ter Stegen de tercera opción para la portería provocaron que la intención del club fuese vender al teutón. Sin embargo, la reacción del capitán, a pesar de ser informado de primera mano de los planes de Flick y del club, fue presentarse a los entrenamientos con intención de continuar como azulgrana y pelear por la titularidad.

Una situación que, sumada al estancamiento que atraviesa la salida de Iñaki Peña, deja la portería del Barça superpoblada –con hasta cuatro efectivos– y ante un ambiente de convivencia difícil de administrar para el técnico y el vestuario. Precisamente, Flick debía tomar en los próximos días la decisión de subir a Ter Stegen al avión rumbo a la gira asiática del Barcelona o dejarle entrenando con el resto de descartes en la Ciudad Condal.

Sin embargo, su compatriota podría aclararle el dilema. Desde su regreso a los entrenamientos, Ter Stegen se ha ejercitado al margen debido a unas molestias en la espalda. Unos dolores por lo que se fue operado allá por 2023 y por los que sopesa volver a pasar por el quirófano. Un intervención que le tendría alejado de los terrenos de juego unos cuatro meses, lo que generaría un arma de doble filo para el Barcelona.

Por un lado, la incapacidad para competir del alemán hasta noviembre complicaría sobremanera una posible venta. Pero también permitiría al club azulgrana repetir la jugada Christensen, es decir, no inscribir a Ter Stegen y generar un espacio salarial que podría ser utilizado para nuevas incorporaciones, como ya ocurrió con Dani Olmo en el pasado mercado de verano.