El sueldo de Rubiales: 675.761,87 euros al año y una ayuda de 3.000 mensuales para vivienda

Este miércoles, Hermoso ha roto el silencio para pedir medidas ejemplares, elevando la presión que previamente habían dejado caer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga Profesional de Fútbol Femenino, que reclamó la inhabilitación del presidente de la RFEF.

«Que un jefe agarre de la cabeza a su trabajadora y la bese en la boca, sencillamente, no puede tolerarse», escribió la Liga F, indicado en un comunicado en el que informaba de que había presentado «una denuncia ante el presidente del Consejo Superior de Deportes» (CSD).

«Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta», se puede leer en el comunicado.

La demanda de democión de Rubiales, si bien cobra una enorme dimensión reivindicativa y se exige como un precedente contra la violencia de género en la esfera deportiva, también tiene un gran impacto en las finanzas de el de Motril: 675.761,87 euros brutos anuales (371.669,03 euros netos). Es lo que cobra Rubiales por llevar las riendas del fútbol español, según Relevo.

Además, hay que añadir una asignación de 3.000 euros brutos al mes, en concepto de ayuda mensual para vivienda, según lo aprobado el 30 de mayo de 2022 por la Asamblea General de la RFEF.

Antes de esa fecha Rubiales cobraba era de 160.000 euros fijos más un 0.15% de los ingresos totales liquidados por la Federación, exceptuando las subvenciones. Sin embargo, tras el escándalo conocido como la Supercopa, basado en unos audios entre Rubiales y Gerard Piqué filtrados a El Confidencial hablando de unas posibles comisiones a cambio de llevar la Supercopa a Arabia Saudí, se cuestionó que el directivo percibiera beneficios económicos de los ingresos federativos y se ajustó su sueldo.

El incremento salarial también generó críticas, porque es incluso mayor que lo que cobra el presidente de Gobierno. En su defensa, el polémico directivo dijo: «Hay gente que me compara con el Presidente del Gobierno, pero esto es una entidad privada del deporte. Sopesamos poner transparencias para comparar con otros CEOs, pero iban a ser muy reconocibles por todos. El presidente de la RFEF es de los que menos ganan tanto cuantitativa como profesionalmente. A veces comparamos peras con manzanas».

Desde el domingo por la noche, la polémica en torno al beso no consentido no cesan. Él que en un principio llegó a insultar a quienes le criticaban se vio forzado a ofrecer disculpas que han resultado insuficientes para quienes califican su gesto como acto de abuso.

Incluso, el gobierno español exigió el miércoles un «informe urgente y transparente» a la RFEF.

El secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos, se mostró dispuesto a tomar medidas si la RFEF no lo hace: podría acudir al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

La RFEF convocó el martes una asamblea de urgencia para el viernes y activó una investigación interna sobre el incidente.

Para la Liga F, «no se trata únicamente del beso» : «Celebrar el triunfo en el palco de autoridades agarrándose los genitales al lado de S.M. La Reina y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía es inadmisible y repugnante».

La Liga F remarca que se trata de «un bochorno internacional sin precedentes para la Marca España, para el deporte español y para el fútbol femenino mundial».