El sospechoso ritmo de vida que delataba a los futbolistas detenidos por el amaño de partidos

Los otros dos detenidos por la Benemérita en el marco de la operación Monybet, que ha permitido la desarticulación de una organización dedicada al amaño de partidos para estafar a las operadoras de juego, fueron arrestados por la Policía Nacional el pasado año por una trama similar, según ha podido confirmar ABC. Se trata de los principales cabecillas de la red, un popular tipster (experto en apuestas deportivas) y exentrenador de categorías inferiores (José Miguel B.L.) que está muy relacionado con numerosos futbolistas, y un antiguo jugador del CD Rota (Adrián R.R.). Ambos son viejos conocidos de las Fuerzas de Seguridad porque en junio de 2022 pasaron a disposición judicial en el marco de la operación Conífera por su implicación en amaños en las categorías inferiores del fútbol español, de la Liga Nacional de Gibraltar y de la Liga de Andorra.

A pesar de la detención de dos miembros del Conil CF y de que otros seis miembros de la plantilla están siendo investigados, el club andaluz se encuentra totalmente al margen de los amaños.

De hecho, fue precisamente su directiva la que provocó la investigación de la Guardia Civil tras denunciar que el equipo, que se estaba jugando entrar en fase de ascenso, había disputado un final de temporada 2021-2022 muy extraño respecto a la primera fase de la liga. Los dirigentes entendieron que algunos jugadores no actuaban con la profesionalidad que los partidos requerían, sospechando que podrían estar involucrados en apuestas deportivas.

Tras revisar los datos requeridos a la Dirección General del Juego, la Guardia Civil comprobó que el número de apuestas en los partidos del Conil CF durante la segunda fase de la temporada era desproporcionado y que, además, eran por un importe muy superior al del resto de los encuentros de Tercera división. Mientras las operaciones con otros equipos eran de entre uno y 50 euros, las realizadas en los duelos del conjunto gaditano alcanzaban, en la mayoría de ocasiones, los 300 euros, el tope que se permite por apuesta en esta categoría. Los investigadores estima que habría más de 30.000 personas afectadas por apuestas que realizaron de buena fe.

El visionado de las imágenes de los partidos terminó de apuntalar las sospechas al observarse errores poco habituales en jugadores de Tercera división, especialmente en los goles recibidos por el equipo conileño. «El Conil CF condena y rechaza todo tipo de actos que estén relacionados con este tipo de conductas que ensucian, perjudican y manchan la imagen de un club histórico como el nuestro y el mundo del fútbol en general», denunció este jueves en un comunicado, en el que anunció que se personará como acusación particular. El club resaltó su compromiso con los valores deportivos y la integridad del juego, condenando cualquier acto asociado con el tipo de conductas ilegales que se atribuyen a sus jugadores.

Según ha podido saber ABC, los partidos amañados por los cuatro detenidos serían al menos 13 y los dos jugadores del Conil CF habrían cobrado entre 1.000 y 5.000 euros por cada uno de esos encuentros arreglados. Una cifra muy elevada, según las fuentes consultadas por este periódico, y que ha sorprendido hasta a los investigadores.

En el municipio gaditano incluso había empezado a llamar la atención el elevado nivel de vida que mantenían últimamente los dos futbolistas detenidos, que no se correspondía con sus actividades habituales. La Guardia Civil calcula que la organización desarticulada ha obtenido beneficios en premios superiores al millón de euros. En su comunicado, el Conil lamentando que «el escudo y el nombre de nuestro club y lo que representan con tantos años de historia, se vean involucrados en este tipo de trama y artimañas».

Para multiplicar los beneficios, los cabecillas de la organización seguían un modus operandi similar al que empleaban antes de que fueran detenidos en el marco de la operación Conífera. Una vez concertado y cerrado el amaño, llegaba el momento de realizar las apuestas, para lo que recurrían a 'mulas', personas que prestaban su identidad como apostantes. A cambio, la red les pagaba un porcentaje de los beneficios conseguidos en cada encuentro o bien les daba información sobre otros partidos para que apostaran. Para evitar riesgos y a diferencia de lo que sucedía en los amaños descubiertos en la operación Conífera, este diario ha podido confirmar que en todos los partidos investigados en la operación Monybet las apuestas se realizaron on-line y nunca presencialmente en locales de juego.

Durante los registros realizados por la Guardia Civil se han localizado 16.695 euros en efectivo, varias cuentas de criptomonedas, documentación relacionada con apuestas y gran cantidad de material informático de telefonía móvil y almacenamiento.