Selección española
Se busca duende por Los Palacios
El esfuerzo denodado y recompensado a nivel internacional de Jesús Navas, Fabián Ruiz y Gavi sirve de inspiración a miles de niños sevillanos que sueñan con ser la siguiente gran promesa de la localidad palaciega
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Iniciar sesiónEn un viejo cuarto de balones, regentado por fotos de equipos que un día fueron infantiles, cabe todo el fútbol de Los Palacios. Porque es la bisagra de hierba que une el estadio Marismas con el viejo San Sebastián, que va camino de su segunda ... vida de las mil que puede tener un campo. Se trata de la alacena de los sueños que custodia Antonio Salmerón , que lleva 23 temporadas educando con la tiza del deporte a la localidad palaciega, un irrefrenable nido de talento que se desembaraza a ritmo de un pase que también da Villafranca.
La estadística es certera como un gol en contra en el tiempo añadido: esta década saldrá a la luz un nuevo fenómeno del balompié en el municipio moñiguero. Buscamos su nombre. Como en el nuevo milenio hechizaron aquellos ojos azules de un campeón del mundo sevillista que de no haber prolongado aquella jugada en Sudáfrica nos hubiera vuelto a dejar en simples mortales. O aquel joven bético que rompió sus pecas hace diez años, y bajo el nombre de Fabián está llamado a ser uno de los futbolistas más importantes de la España del futuro comandando, nada menos, el centro del campo que precede a figuras estelares como Neymar o Mbappé. O el joven más prometedor del planeta fútbol, al que todos llaman Gavi. Porque el día que el último duende dio su primer toque a un balón, su paisano Jesús Navas llevaba ya meses instalado en el primer equipo del Sevilla.
«¿Qué tiene este pueblo? Gente que sabe de lo que va esto», cuenta Salmerón, que lidera la Escuela Municipal de Fútbol de Los Palacios y Villafranca, donde trabaja, desde que colgó los guantes años atrás, justo en aquello en lo que lleva creyendo toda su vida: formar la base del fútbol. «Aquí venimos a educarnos a través del deporte, y el que venga a lo contrario, está equivocado. Futbolistas no van a ser todos, pero buenas personas, sí», relata el director de esta universidad sin facultad en ABC mientras enseña uno de los paseos de la fama mejor escondidos del fútbol provincial sevillano, que es su despacho con trofeos y cuadros, donde sonríen y lloran por igual las dos caras del fútbol que no se ve: ojos que suenan y otros no tanto porque no llegaron tan lejos por mor de quién sabe qué.
«Yo los pongo en el andador, y cuando ven que avanzan ya me lo están arripiando , que decimos aquí. Niños aquí puedo tener unos 80 por turno… y tengo dos», por lo que la apuesta es absoluta de casi 200 pequeños y sus familias, todas ellas dispuestas a crecer en valores, y luego el fútbol dirá o no dirá. Así lo cree Salmerón, que tuvo en su centro a Fabián Ruiz , futbolista del Paris Saint Germain e internacional con la selección española: «Cuando cogía la pelota, yo le decía: «Fabián, haz lo que te parezca». ¡Es que él hablaba con el balón en los pies! Era todo diez en el colegio. Su hermano también jugaba y ahora es arquitecto. El Betis lo fichó el día que jugamos en el estadio olímpico la final de una Copa Diputación, cuando era segundo año de benjamín. Nos enfrentamos a Dani Ceballos en un Utrera - Los Palacios en el que empatamos a cero», sostiene con modestia, antes de reconocer una dolorosa verdad: «Nos ganaron en los penaltis».
El cordón umbilical de Gavi
Un día le preguntaron a Xavi Hernández por qué Pablo Martín Páez Gavira, Gavi , jugaba con los cordones desatados en el Barcelona. Si era una especie de marca de nacimiento de crack. Xavi reveló que Gavi estaba cómodo jugando sin nudos que le apretasen. ¿Acaso hay una metáfora mejor que la de darle libertad a quien debe sentirse libre? A nadie de Los Palacios le extrañó esa respuesta del técnico azulgrana sobre el nuevo Golden Boy, que será homenajeado este mes en la V Gala del Deporte que organiza el ayuntamiento moñiguero. Tampoco a Manuel Vasco, 'Batalla', que fue quien ató las primeras botas de Gavi en La Liara Balompié cuando era prebenjamín, siendo su primer entrenador. «No era normal que condujera el balón como lo conducía. Empezó jugando de suplente en un equipo en el que eran mayores que él. Y se iba viendo que cada vez iba a más». Dan fe los vídeos de un Gavi muy superior que marcaba goles a destajo, y volvía rápido al centro del campo para seguir haciendo más y más. No tenía tiempo ni para dejarse felicitar por sus compañeros. «Está en La Liara los dos años de benjamín y primero de alevín, de ahí ficha al Betis, y ya ahí se lo lleva el Barcelona, porque lo vieron en un torneo de Portugal con el Betis en el que marca tres goles», rememora.
«Era un chico muy tímido. Le gustaba las bromas, pero con sus amigos. Y cuando entraba en el campo se transformaba: perdía toda la timidez. Sigue manteniendo sus amistades de entonces. En Los Palacios tenemos una raza buena, porque de instalaciones vamos cortitos. Trabajamos bastante la cantera y la cantera acaba dando sus frutos. En La Masía, por ejemplo, tenemos a Juan Pablo Galbarro , cadete de primer año, que juega carrilero. De La Liara también pasó al Betis y de ahí al Barcelona», explica 'Batalla', que entiende que el reconocimiento a Gavi con el flamante Trofeo Kopa es también un premio para el propio club y su gente. Y ahora llega todo un Mundial en el que el sevillano será importante para Luis Enrique, ya que cuenta con la confianza plena de su seleccionador para ser uno de los talentos nacionales del futuro: «Tiene muchísima ilusión, y es un jugador muy completo. Porque técnicamente es un portento. Pelea mucho», afianza.
Nadie puede saber quién contará en menos de diez años qué joven de Los Palacios volverá a recuperar estos nombres encontrados ahora en las ciudades de Sevilla, París y Barcelona. Lo que sí queda claro es la cantidad de futbolistas que no pudieron lograr ese sueño. Que Jesús Navas, Fabián Ruiz y Gavi triunfen sin olvidar nunca de dónde proceden es quizá la mayor campaña de promoción deportiva de Los Palacios. «Yo lo único que quiero es que Fabián sea feliz», resume Salmerón cuando se le pregunta por el primero. «Todos los reconocimientos que le hagan son poco», subraya Wilfred cuando se le pregunta por un legado «difícil de igualar» como el de Jesús Navas. O el orgullo del club humilde en el que jugó «el mejor futbolista joven del mundo», tilda Batalla. Ya sólo queda ponerle nombre al próximo Gavi y en Los Palacios los balones de aquel cuarto no han dejado de rodar.
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