Sergio Canales: «Aquí no faltan líderes, estamos acostumbrados a serlo en nuestros equipos»

-Vuelve a Las Rozas después de dos años largos. ¿Se llega a perder la fe?

-Es verdad que ha pasado mucho tiempo, dos años en los que además ha habido Eurocopa y Mundial. Pero la ilusión y la fe nunca se pierden. Venir aquí es lo máximo, es un premio enorme y es gracias también al trabajo que ha hecho todo el equipo, al estar siempre arriba.

-¿Y qué selección se ha encontrado?

-Un ambiente maravilloso. Conozco a casi todos y eso ayuda. He visto muchas ganas de conseguir un título del que estamos a solo dos partidos. Hay mucha ambición.

-Por edad, 32, es de los veteranos. ¿Se nota el choque generacional con el grupito de jóvenes?

-La gente joven viene muy preparada. Mentalmente es como si llevaran ya muchos años jugando. La experiencia ayuda mucho en momentos puntuales y esa picardía y desparpajo de los jóvenes lo complementa muy bien. Hace un grupo más fuerte.

-¿Hacen falta líderes en esta selección?

-Yo creo que no. Todos los que venimos aquí estamos acostumbrados a ser líderes en nuestros equipos, a tirar del carro. Creo que esa mentalidad con la que jugamos en los clubes hay que traerla aquí. Eso nos llevará a encontrar muchos líderes, que seguro que los hay.

-Se estrenó con la selección en aquella concentración tan ingrata en la que Luis Enrique tuvo que marcharse a toda prisa. ¿Qué recuerdo le queda de aquel debut?

-Fue bastante raro. Se vivió con mucha pena. Recuerdo la convocatoria, que me hizo muy feliz. Llevaba mucho tiempo esperándola y sentía que cada vez estaba más cerca. Ahí por fin llegó. Además jugué los dos partidos. Luego pasó lo que pasó y nos quedamos con esa sensación extraña.

-Después desapareció de las siguientes listas...

-Sí, estuve varias convocatorias sin acudir hasta el regreso de Luis Enrique.

-Ahí marca su primer gol como internacional y se mantiene en el equipo hasta que llega la Eurocopa...

-Jugué de titular en la goleada ante Alemania en la Nations League y ahí me lesioné. Fue una pena porque estaba en un momento muy bueno y tenía la confianza de Luis Enrique. Luego me costó bastante recuperar el nivel.

-¿Le dolió más perderse aquella Eurocopa que este último Mundial?

-Sí. Tenía continuidad y me veía bastante dentro. Pero bueno, es parte del fútbol. Son cosas que te hacen madurar, crecer... Aprendes que no puedes bajar el nivel ni un poquito.

-¿Y cómo se vive un campeonato al que ha estado tan cerca de ir?

-Casi con la misma ilusión. Al final es el equipo de tu país, son compañeros y estés dentro o no ganamos todos.

-Leí que fue su psicólogo el que le forzó a marcarse objetivos grandes y a largo plazo, y que uno tenía que ser ir a la selección.

-Fue después de la última de las tres roturas del cruzado, cuando estaba más fuera que dentro de poder seguir jugando. Una vez arranqué me dijo que tenía que recuperar esa ilusión que había estado persiguiendo desde que era muy joven y tenía olvidada.

-¿Cuánto le debe a ese psicólogo?

-Me vino muy bien, la verdad. Muchas veces no te pones ciertos objetivos por el miedo al fracaso. Y él me ayudó a superarlo.

-Las lesiones le han convertido en un especialista en fortaleza mental...

-Mi carrera ha sido una montaña rusa a causa de esas tres roturas del cruzado. Pero lo bueno es que me han ayudado a centrarme siempre en las cosas positivas y a ser mucho más profesional. Aprendí muy bien a cuidarme, a llevar la alimentación y el trabajo a niveles muy altos para poder rendir. A saber jugar con dolor, a conocerme a mí mismo... Todo esa fortaleza mental me ha ayudado mucho.

-¿Cuál es la receta para trabajar ese aspecto a diario?

-Sobre todo no perder la ilusión. Siempre he tenido el sueño de ser futbolista, de jugar en Primera. Y con eso me levanto todos los días. Sé también que aún puedo mejorar muchas cosas y eso me ayuda a seguir esforzándome y no bajar nunca el ritmo.

-Hágame un cálculo. ¿Cuántos goles le ha podido meter a Casillas en su cabeza?

-(Ríe) Muchos, la verdad.

-Hay que explicarlo, claro...

-Durante la recuperación de mi primera lesión me visualizaba haciendo jugadas en el césped y disparando a Casillas. Era la motivación que tenía cuando me ponían a correr para coger fondo o pasaba horas en el gimnasio. Era el mejor portero del mundo y me ayudaba a querer volver lo antes posible.

-¿Qué ha pasado este año con el arbitraje? ¿Por qué tanta polémica?

-Entre todos tenemos que hacer autocrítica. Nosotros, los primeros. Ayudar a que todo sea mejor, que haya más diálogo. Es una de las partes más difíciles del mundo del fútbol y los árbitros están muy expuestos, Llevo quince años en este deporte y siempre he tenido una relación muy buena con todos. También respeto. Esa es la base de todo.

-«Tras lo que viví hay un antes y un después. Ahora tengo miedo a hablar». Eso lo dijo hace solo unos días en AFE al explicar su sanción de cuatro partidos por criticar la labor arbitral...

-Estábamos en una charla y fue un ejemplo por una situación concreta, pero siempre he dicho que mi relación con ellos ha sido buenísima. Incluso a raíz de la sanción ha mejorado aún más. El mensaje es que hay que tener mucho diálogo entre jugadores y árbitros y que todos nos sintamos mejor en el campo.

-Pero le sigue pareciendo desproporcionada la sanción que le cayó.

-El caso sigue abierto y está más en manos del Betis que en las mías… Mejor no decir nada ahora.

-¿Se ha despedido de Mateu al menos?

-Sí, sí. El respeto que le tengo es enorme. Es un árbitro que ha estado muchos años con el que he tenido esta situación puntual. De hecho, hace años me cambié la camiseta con él y la tengo firmada. Siempre ha habido buena relación. Este año se dieron esas circunstancias que no se entienden, seguramente por su parte y por la mía, y ya está. No hay problema. No hay que tener rencor. Le deseo lo mejor.

-Lleva varios tatuajes. ¿Cómo los elige? Hay algunos muy curiosos.

-Hay un Kobe Bryant, que es mi referente en cuanto a mentalidad, la Copa del Rey, el pez con la cicatriz de mis lesiones, un Mickey Mouse... Son cosas que me recuerdan a mi infancia, a momentos de mi carrera, alguno sobre mis hijos...

-Siete años de casado, tres hijos. Bien de responsabilidad ahí. ¿Cómo lo lleva?

-Bien, bien. La familia es mi vida, lo más importante. Los niños son el motor de todo.

-¿Votará en las elecciones o le viene fatal?

-Viene mal, sí. Creo que estaré en Inglaterra, ya de pretemporada. Pero intentaré votar, aunque no diré a quién.

-No le he preguntado nada de Italia ni del posible título...

-Somos conscientes de que estamos muy cerca. Para muchos que ya tenemos unos años no van a quedar muchas más opciones de conseguir un título con la selección, así que las ganas son enormes.