La selección española mantiene la sonrisa

Los días de Montse Tomé parecían estar contados, pero sus resultados y el apoyo del CSD han provocado que la seleccionadora salga reforzada. ¿El clima de tranquilidad que la selección ha encontrado durante estos últimos días puede provocar que la asturiana se mantenga hasta el próximo parón en octubre?. Un enigma.

Tomé apostó por darle continuidad al equipo que se impuso a todas las dificultades en Suecia el pasado viernes. Ratificó a Cata Coll como su guardameta y las únicas modificaciones llegaron en la banda derecha. Ona Batlle y Athenea dejaron su sitio a Oihane y Eva Navarro, esta última, protagonista de un auténtico golazo ante las escandinavas.

Instantes antes de que rodara el balón, el protagonismo fue para los dos elementos clave durante las últimas semanas en torno a la selección. La Copa del Mundo, ofrecida por primera vez a la afición y alzada al cielo de Córdoba por las capitanas Alexia Putellas e Irene Paredes. Y el #seacabó, que como ya hiciera en Gotemburgo, apareció en forma de brazalete en las muñecas de las españolas y en una pancarta mostrada junto a las suizas.

Ya con el foco sobre la pelota, la superioridad de la campeona del mundo era manifiesta. España imponía a su gusto el ritmo de juego y, desde el inicio, gozaba de las mejores oportunidades. Lucía García, intensa y incansable como acostumbra, avisó hasta en dos ocasiones y, a la tercera, no perdonó. Antes de que se cumpliera el cuarto de hora de encuentro, la guardameta helvética Herzog, regaló el esférico a una presionante Mariona, quien cedió para que la delantera del Manchester United anotara el primero sin oposición.

Las de Tomé, azotadas por el cansancio después de una semana más que intensa, cedían parte de su dominio a las suizas. Sin sufrir ni lo más mínimo y todo según el plan de partido. Una vez repuestas sus fuerzas, la selección volvió a pisar el acelerador en la recta final de la primera mitad. Alexia, de nuevo omnipresente dando muestras de su gran estado de forma, encontró el desmarque de Olga Carmona en la banda izquierda. La sevillana se percató de la entrada al área desde segunda línea de Aitana y la gran candidata a llevarse el Balón de Oro dobló la ventaja española, nuevamente con la colaboración de Herzog.

La fragilidad de la zaga helvética fue una constante y facilitó mucho el trabajo del ataque español. No iba a ser menos en la segunda parte. Alexia recogió el esférico aprovechando la indecisión general y cedió a la frontal para el doblete de Aitana. La guardameta suiza completó su dramático hat-trick particular. Fue incapaz de atajar el disparo de Athenea e Inma Gabarro recogió la pelota para hacer el cuarto.

Para redondear la noche, el Nuevo Arcángel de Córdoba ha hecho historia. Los 14.194 espectadores que han disfrutado de la victoria de España se han convertido en la máxima asistencia que ha tenido la selección en suelo nacional.

Y, como colofón, Maite Oroz se quiso unir a la fiesta con una auténtica obra de arte. Le cayó el balón tras ser rechazado en un saque de esquina y, marcando los tiempo perfectamente, cuajó un disparo espectacular para alojar el esférico en la escuadra. Después de que lo peor haya pasado, España vuelve a sonreír. Vuelve a ser la campeona del mundo.