¿Qué tienen que ver el Camp Nou, Piqué y el fichaje de Rashford?

La segunda parte tiene que ver con una de las principales mentiras de la segunda presidencia de Joan Laporta, y es que eligió a la constructora turca Limak porque era la más barata y la que menos tiempo tardaría en terminar las obras, hasta el punto de que se comprometía a pagar un millón de euros de penalización por cada día de retraso. Todo esto se ha demostrado falso. La única verdad es que las constructoras españolas no pagan comisiones.

Tras la falsa promesa –en tanto que cualquiera con dos dedos de frente sabía que no podía cumplirse en el momento de hacerse– de poder volver al Camp Nou en noviembre, ahora vivimos en la fantasía de un regreso en mayo o en junio, cuando la realidad es que con suerte, y con el aforo muy limitado, tal vez podamos jugar algún partido a final de año. Tal ha sido el engaño que el Barça tendrá que jugar en el exilio los últimos partidos de la temporada, porque al no tener confirmado Montjuic, algunos artistas como los Rolling Stones lo han reservado para sus actuaciones.

¿Qué partido importante juega el Barça en mayo y en casa? El clásico. ¿Qué hace Laporta cuando tiene un problema? Buscar una oportunidad. ¿Una oportunidad para quién? Para él. ¿Dónde quiere jugar Laporta el próximo clásico? En Arabia Saudí. ¿Lo ha hecho público? Todavía no, porque no es seguro que pueda salirse con la suya. Le faltan los detalles, entre ellos que el Madrid acepte. De momento le ha ido muy bien, para asustar a los barcelonistas, que Florentino Pérez haya ofrecido el Bernabéu como escenario alternativo. ¿Quién podría organizar los detalles? Fernando Soler y Arturo Canales, que son los que organizaron la Supercopa a través de Kosmos, y tienen por lo tanto la experiencia y la relación 'privilegiada' con el gobierno árabe, que no se abre a cualquiera. ¿Por qué Laporta confía en Canales si lo denostó por su relación con Bartomeu? Porque Laporta es un pragmático cuando se trata de dinero y sabe que no hay tanta gente en España capaz de entenderse en serio con Arabia Saudí. También Laporta indultó a André Cury, amigo de su archienemigo Sandro Rosell y mánager de Neymar, cuando quiso hacer la operación de todo menos deportiva con Vítor Roque. ¿Puede el Barça encargar la organización directamente a Kosmos? No, porque al ser una empresa liderada por Piqué y tras el escándalo de las conversaciones grabadas con Rubiales sobre la Supercopa en Arabia, no sería estético. Además, pesa también la acusación sobre Kosmos del blanqueo de capitales a través del Andorra, club de fútbol propiedad de la empresa. ¿Cómo podría entonces el Barça pagar los servicios a Arturo Canales si le encargara la organización del clásico en Arabia Saudí? No se sabe.

Sí sabemos que el equipo no necesita para nada a Rashford, que su fichaje podría ser inminente y que Arturo Canales es su mánager. Igualmente sabemos que a partir de ahora la política comunicativa del club es no hacer públicas las cláusulas de rescisión de sus jugadores, «para no dar pistas al enemigo», de modo que ya será mucho más difícil saber lo que Laporta paga o ingresa por comprar o vender jugadores. Si cuando lo sabíamos era un escándalo, imagínate ahora.