Todo irá bien
Messi ya no es imposible
«A falta de proyecto deportivo y de modelo de club racional, el Barça se encierra en su museo nostálgico como hacen las empresas justo antes de quebrar»
Un favor a Laporta
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Iniciar sesiónAntonella está harta de París. De la lluvia, del frío, de las manifestaciones constantes y violentas, de lo inhóspito que la ciudad tiene en su día a día. Los niños añoran a sus amiguitos de siempre, y vivir en Gavà, con jardín y piscina, ... 320 días de sol al año y al lado de la playa.
Messi no está a gusto en el PSG. Deplora el bajo nivel de la liga francesa, entiende que no ganará nunca la Champions porque aquello no es un equipo sino una especie de banda de estrellas donde además él no es el más importante y todos los méritos se los lleva Mbappé. Además, su afición le pita. La liberación que sintió ganando el Mundial le ha dado una tranquilidad vital en la que ya no le importa sólo el dinero, aunque lo cierto es que a la vez que especula o deja que se especule con su regreso a Barcelona, escucha ofertas millonarias.
Lo que parecía imposible ya no lo es. Puede que no se produzca, y que a Messi y al Barcelona les convenga por distintos motivos dar la impresión de que están cerca de llegar a un acuerdo: a Messi para conseguir más dinero y a Laporta para distraer la atención de los graves asuntos que le incumben. Pero los niños tienen reservada plaza en el colegio al que iban antes de marcharse, y parece que Messi estaría dispuesto a conformarse con cobrar una cuarta parte de lo que cobraba, es decir, 25 millones de euros.
Xavi le suplica el regreso porque entiende que es la única manera de tener un equipo que ilusione. Laporta piensa que la travesía del desierto de tener que jugar en Montjuic (menos de dos años no nos los quita nadie) será más leve con su vieja estrella, y Tebas también le quiere en la Liga, para recuperar algún valor, con lo que podría suavizar sus ataques al Barça, porque uno de los impedimentos más serios que podría haber para el retorno es que el Barça fuera expulsado de la Champions. Si Messi renuncia a ganar el muchísimo dinero que le ofrecen algunas ligas árabes es por tener un último tiempo competitivo que es inútil fuera de Europa.
A falta de proyecto deportivo y de modelo de club racional, el Barça se encierra en su museo nostálgico como hacen las empresas que han perdido el norte, justo antes de quebrar. Turcos turbios, créditos impagables, dinosaurios en extinción y visceralidad estomacal al perfume Franco. Esto es Laporta. Y el socio del Barça, encantado.
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