Un regalo del Madrid en el 93 le resta dos puntos ante el Atlético

Ancelotti no pudo contar finalmente con Rudiger, ausencia masticada desde el jueves. La que no tuvo digestión fue la baja de Vinicius, que se retiró del calentamiento previo por problemas en las cervicales. Joselu iba a ser su reemplazo y salió a entrar en calor los pocos minutos que restaban antes de pitido de Sánchez Martinez 'Manolete', pero finalmente Ancelotti terminó el sudoku dando entrada a Brahim.

El cambio de plan de Carletto tuvo efecto inmediato. A los 20 minutos, el malagueño adelantó al Madrid. Cadena de errores del Atlético. Primero, Riquelme despeja mal con la cabeza y le da el balón al '21', solo en la frontal del área. Brahim intenta combinar con Bellingham, pero Saúl intercepta el pase y lo convierte en una asistencia a Lucas. Vázquez levanta la cabeza y vuelve a buscar a Jude, pero Koke se quita las rayas rojas y le regala la pelota a Brahim, ahora ya solo ante Oblak, hundido en su raya de gol. El esloveno es de los porteros que si llueve no se moja. El andaluz finalizó con un disparo híbrido entre cucharita y pase a la esquina de la red. 1-0.

Justo premio a un Madrid más intenso, de eléctrica movilidad entre líneas, rápida circulación de balón y un plus de motivación invisible en el Atlético. Simeone salió al Bernabéu pensando en el segundo tiempo, antes que el primero. Concretamente, en el segundo tiempo del partido de Copa contra el Athletic del miércoles.

Su única arma era explotar los centímetros de más ante una defensa blanca con una media de menos de 180 centímetros de altura. Ahí tuvo el equipo rojiblanco su única acción peligrosa. Centro de Riquelme y remate de Witsel, respondido con un paradón de Lunin. Error y redención del ucraniano en un nanosegundo. Salió a por uvas, pero lo enmendó mandando al belga a vendimiar.

El Madrid lastimaba el carril izquierdo del Atletico, con Saúl, Hermoso y Riquelme apagados y fuera de cobertura ante Brahim, Lucas y Valverde. Los robos y las conducciones de Camavinga también mandaban a medio equipo rojiblanco al rincón de pensar, impotentes ante el despliegue físico del francés. Seedorf 3.0.

Simeone movió un alfil al descanso. Riquelme a la ducha y Molina al verde. Le hubiera venido bien a él darse otro chapuzón para bajar su calentura por el gol anulado a Savic en el 47. Córner botado por Griezmann y remate del montenegrino en el primer palo. Lunin ni saltó, estorbado por Saúl. Sanchez Martínez dio gol, pero no su asistente, que señaló fuera de juego del canterano. Indiscutible.

Los aspavientos de Simeone y de los jugadores sobre el colegiado murciano tuvieron su rápida consecuencia en el partido. Un minuto después, zancadilla de Saúl sobre Lucas, venda en los ojos de ‘Manolete’. Si no hubiera anulado el gol, seguramente habría señalado la pena máxima y Ñíguez hubiera visto la segunda amarilla.

No acabó ahí el saldo arbitral de balanza rojiblanca. En el 60, segundo penalti no pitado. Pase filtrado de Kroos a Bellingham, arrollado por detrás por Savic, que no tenía una sola opción de jugar el balón. «Te lo digo yo», le decía Ancelotti a Sánchez Martínez mientras esperaba indicaciones desde la sala VOR. Agua.

Simeone volvió a mover el avispero, pero Lino, Barrios y Correa eran abejas sin miel. Mientras, Ancelotti seguía sin refrescar a su equipo, que dominaba el balón, pero tenía el botón de la reserva en modo intermitente. Le animaba a su habitual conservadurismo que las ocasiones seguían cayendo de su lado, como la que perdonó Rodrygo en el 72.

Cuatro para dos del Madrid, conducido por Valverde y acompañado por el brasileño, Brahim y Bellingham. El uruguayo se decantó por el ‘11’, pero disparó al muñeco. Mala elección de pase y de definición. Brahim también la tuvo, dos minutos después, en una hermosa jugada personal con caño a Hermoso y recorte a Witsel. Definió mal. Cansancio.

En el Atlético, ayuda enemiga. Un error de Mendy en campo propio permitió una incursión de Correa, con centro a Griezmann y remate de espuela del francés. Lunin, ágil y rápido de reflejos, achicó la frivolité del francés.

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