rayo vallecano 4 - 0 neman grodno
El Rayo lucirá en Europa
conference league | eliminatoria vuelta
El equipo vallecano golea al Neman bielorruso y jugará la fase de liga de la Conference League
Álvaro García honra al Rayo 25 años después
Madrid
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Iniciar sesiónEn el barrio, el fútbol es como la vida. Se sufre y se disfruta. En definitiva, se vive. Vallecas, popular barrio de Madrid, amaneció ayer ilusionado. En un caluroso jueves veraniego su equipo de fútbol, su emblema, se jugaba la presencia en una competición europea, ... el regreso a un prestigioso escaparate continental donde hace 25 años ya lució su nombre.
Si en la temporada 2000-01 el Rayo Vallecano jugó la Copa de la UEFA, hoy llamada Europa League, ahora, un cuarto de siglo más tarde, aspiraba a ser uno de los 36 clubes participantes en la fase liguera inicial de la Conference League 2025-26. Para ello bastaba con certificar el buen resultado obtenido en el partido de ida (0-1) de la eliminatoria ante el Neman.
Pero las cosas nunca son fáciles en el barrio. Ni siquiera cuando se pretende celebrar algo tan feliz como es el centenario del club. Horas antes del partido, peñas y grupos de aficionados rayistas pidieron a la directiva algo tan sencillo e inocente como que sonara por megafonía una canción compuesta para la ocasión por Duro Galván, un grupo musical, cómo no, del barrio. Su título, «El Rayo fui yo». Como no pudo ser, las gradas escribieron algunos versos del citado himno: «Diles que he vuelto a creer». Y las gargantas presentes en el estadio lo entonaron al cielo de Vallecas: «Tan solo una franja en el viento».
😍😍😍 IMPRESIONANTE!!!
— Union Rayo Live (@UnionRayoLive) August 28, 2025
Por primera vez se canta a capella en el estadio de Vallecas el himno del centenario de @DuroGalvan 🎶
Momentazo vivido en Vallecas ⚡️⚡️ pic.twitter.com/SI8nSstL7o
Abajo, sobre la maltrecha hierba, tampoco fue fácil. Siguiendo la voluntad expresda en la víspera por su entrenador, Íñigo Pérez, los rayistas quisieron salir con fuerza para cerrar cuanto antes la eliminatoria. Nteka, en fuera de juego, dio el primer aviso, y Lejeune y Fran Pérez intentaron prolongar el entusiasmo. Sin embargo, el reloj corría y cerca de la media hora un derechazo de Suchkov hizo temblar el larguero de Batalla y el cuerpo de los espectadores vallecanos.
No hacía falta tanta contundencia, pero fue la confirmación del pétreo carácter del conjunto visitante. Su fútbol está lejos del que se practica en las grandes ligas europeas, pero no es cuestión menor el meritorio equipaje que el club bielorruso lleva en la maleta con la que viajó a Madrid. Desterrado de su estadio y su país —por la guerra de Ucrania—, juega los partidos en Hungría. Y en tales circunstancias ha sido capaz de eliminar sucesivamente al Urartu armenio, el Kosice eslovaco y el Klaksvik de Islas Feroe antes de vérselas con el Rayo. No, tampoco es fácil la vida más allá del Báltico.
No ayudó tampoco el árbitro. O los árbitros. O el VAR. Se extinguía el primer tiempo cuando Camello culminó con éxito un veloz contragolpe local. Primero, el francés Pignard pitó gol. Poco después, lo anuló por fuera de juego. Segundos más tarde, atendiendo a lo que le dictaron por el pinganillo, decretó el 1-0. Y cuando los bielorrusos se disponían a sacar de centro, alguien le avisó de nuevo y volvió a anular el tanto. Lo nunca visto.
Tras el descanso, más de lo mismo. El Rayo volvió a aparecer enérgico. Se apropió de la pelota, obligó a recular al Neman y con ello logró un doble objetivo: obligó a recular hacia su área al Neman y, fruto de ello, evitó cualquier atisbo de ocasión cerca de Batalla.
Poco a poco, los muchachos de Íñigo fueron creando más y más peligro. Pero no llegaba el gol de la tranquilidad, así que hubo que tirar de artillería pesada. El entrenador miró al banquillo y vio allí sentado a Álvaro García, el autor del tanto en el encuentro de ida. Le ordenó preparase y le hizo entrar en el terreno de juego.
No pasaron ni tres minutos, aún no había tenido Álvaro ocasión de acariciar siquiera el balón, cuando se presentó delante de Belov y con un solo toque abrió el marcador e iluminó la ilusión de todo un barrio.
Apenas tuvieron tiempo los aficionados de respirar a pleno pulmón el aire de la tranquilidad. Camello decidió regalarles un trozo más grande de felicidad, y segundos después firmó el 2-0. Pushnyakov, en un gran remate, pretendió asustar, pero era tarde. Cuando el barrio está en paz, todos bailan. Como bailó De Frutos con una exquisita vaselina en la ejecución del preciso y precioso tercer gol. Y Álvaro, de nuevo Álvaro, hizo lo propio tras el cuarto.
🧙Haz lo que quieras De Frutos
— Teledeporte (@teledeporte) August 28, 2025
Y Vallecas se viene arriba con el tercer tanto del Rayo.
Golazo de De Frutos para cerrar la eliminatoria a diez minutos del final
📺En directo, en Teledeporte y @rtveplayhttps://t.co/FZeFBmLNdb pic.twitter.com/POnV5W0TRJ
Para entonces, Vallecas botaba de alegría y satisfacción. Todo el barrio celebraba la obtención del histórico billete a Europa mientras la grada, entusiasta y feliz, entonaba el himno que ya han hecho suyo: «Cántame nuestra canción, llévame donde empecé, llévame al barrio mi amor. Por si no te vuelvo a ver, canta en Payaso Fofó. Diles que he vuelto a creer. Diles que el Rayo fui yo».
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