Los precedentes que asustan al Barça: los grandes del fútbol europeo descendidos por la vía administrativa
Juventus, Milan y Olympique de Marsella perdieron la categoría en los despachos, un escenario que se le presenta al club azulgranas tras su imputación por el Caso Negreira
De multa a disolución: los castigos penales y deportivos que amenazan al Barça por cohecho
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Iniciar sesiónSe le amontonan los fantasmas al Barcelona una vez más. Sonreía el club azulgrana, lanzado tras su remodelación de plantilla, entusiasmada la grada con los Joaos, Félix y Cancelo, y con los buenos resultados en la primeras jornadas de Liga y Champions. Incluso las ... calvas de las gradas de Montjuic comenzaban a desaparecer. Buen 'feeling' que se evaporó de la noche a la mañana tras conocerse el pasado jueves que la institución era imputada por cohecho, sobornos de toda la vida, en un nuevo episodio del caso Negreira. «Los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados», aseguraba el demoledor auto que señalaba a tumba abierta al club presidido por Joan Laporta.
Una noticia que vuelve a poner en el centro de la diana al equipo, que podría exponerse a duras sanciones deportivas si se llega a demostrar el delito. Podría ser expulsado de la Champions League, por ejemplo, en la que participa esta temporada con un permiso «provisional» otorgado por la UEFA, o incluso ser castigo con un descenso administrativo a Segunda división. Suposiciones que tienen varios precedentes para que la parroquia azulgrana se preocupe, pues gigantes que se creían invencibles han caído con fuerza en el pasado.
El caso más sonado en el fútbol europeo es el de la Juventus, 'La Vecchia Signora', reina de Italia. En 2006 se destapó una trama, denominada 'Calciopoli', por la que el equipo de Turín, junto con otros clubes de la Serie A (AC Milan, Fiorentina, Lazio y Reggina), fue acusado por influenciar directamente en decisiones arbitrales para que los partidos clave de la temporada fuesen favorables a sus intereses. Un escándalo mayúsculo que dejó muy tocado al fútbol italiano, y que acabó con la Juventus en segunda división, con 30 puntos de sanción (finalmente solo fueron nueve) y despojada de los dos últimos títulos de liga.
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Si condenan al FC Barcelona por cohecho, ¿debe descender de categoría?
David Sánchez de Castro
Pagó el pato en los despachos (su director general, Luciano Moggi, fue condenado a cinco años de cárcel e inhabilitado de por vida) y en los terrenos de juego, obligados los del norte de Italia a desprenderse de prácticamente todas sus estrellas a precios irrisorios, incluso favoreciendo a rivales directos.
Zlatan Ibrahimovic (Inter de Milán), Fabio Cannavaro y Emerson (Real Madrid) y Lilian Thuram y Gianluca Zambrotta (Barcelona) abandonaron el barco a las primeras de cambio. Solo los más leales, aquellos con corazón teñido de blanco y negro, decidieron permanecer en el equipo y jugar en Segunda, incluso sacrificando un año en el mejor momento de sus carreras. Pavel Nedved, Mauro Camoranesi, Alessandro del Piero Del Piero, David Trezeguet y Gianluigi Buffon se mantuvieron en el puesto. «Renunciaba a mucho: tenía 28 años y estaba en la mitad de mi carrera. Me jugaba el Balón de Oro», aseguró el guardameta.
Fue ese reducto de astros lo que permitiría a la Juve ascender al año siguiente, muy superiores los de Turín en la temporada 2006-07. Cerraron el curso con 85 puntos, 28 victorias, 83 goles a favor (35 de ellos fueron obra de Del Piero y Trezeguet) y solo 30 en contra. Subieron de categoría y, tras aguantar el dominio del Inter de Mourinho, volvieron a proclamarse campeones en 2012, el inicio de una dictadura que les reportaría nueve ligas consecutivas.
Trama de apuestas
El AC Milan también se vio obligado a jugar en la categoría de plata, aunque no fueron las tramas arbitrales las que le llevaron al infierno, sino las apuestas ilegales. En la temporada 1979-80, emergió el caso 'Totonero', en el que estaban implicados, y posteriormente sentenciados, como culpables, el presidente Felice Colombo y el portero Enrico Albertosi. Pero como la Juventus, el poder económico y triunfador de los milaneses les permitió ser los mejores en la segunda división tras el descenso administrativo y ascender solo un año después del escándalo. Les costó volver a la élite, pues en la camapaña 1981-82 descenderían por malos resultados, pero, una década después, se repondrían del golpe al levantar su tercera Copa de Europa.
Es el Olympique de Marsella el que cierra este club de dudosa reputación. Los franceses pasaron de la gloria a la vergüenza en solo una temporada. Se llevaron la primera Champions League de la historia, la de 1993, para luego descubrirse que en el último partido de la Ligue 1, previo a la gran final europea, algunos jugadores del equipo rival, el Valenciennes, habían sido sobornados para que no empleasen excesiva dureza contra los de la Costa Azul. Fue el centrocampista Jean-Jacques Eydelie quien no aguantó el remordimiento y confesó la trama a las autoridades. El Marsella se fue a segunda y, aunque también consiguió el ascenso directo, se le obligó a permanecer otro año más en el purgatorio. No le quitaron el título europeo, eso sí. Por eso su gran lema sigue siendo «Los primeros para siempre». Y efectivamente, pues ningún equipo en la historia ha ganado la Champions y luego ha descendido.
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