Pesca, héroe de la Arandina en la Copa: «Florentino, contrátame para llevar el marisco al Bernabéu»
El autor del gol que eliminó al Cádiz, dueño de dos pescaderías en Aranda de Duero, y Álex, el joven entrenador del equipo burgalés, desafían al Real Madrid en la eliminatoria de dieciseisavos: «¿Y, por qué no?»
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Iniciar sesiónHora y media hay por carretera desde Madrid a Aranda de Duero. Quizás algo más si el trayecto se realiza en autobús, que es lo que tendrá que hacer este sábado el Real Madrid para medirse al Arandina CF, equipo de Segunda ... RFEF y rival esta noche de los blancos, los actuales campeones, en los dieciseisavos de la Copa del Rey. «Los mismos que me decían que disfrutáramos ante el Cádiz, porque era imposible eliminarles, me lo repiten ahora contra el Madrid. Y cuidado. Esto va a ser un partido a cara de perro», explica Jorge González, 'Pesca', héroe en la eliminatoria contra los andaluces al marcar el gol de la clasificación (2-1).
El futbolista arandino, de 31 años, uno de los tres de la plantilla, aparte del entrenador, que es originario de la ciudad burgalesa, recibe a ABC en el complejo deportivo Juan Carlos Higuero. Allí entrena todas las mañanas tras ponerse en pie a las 04.30 horas. Las pescaderías 'Freshmar', propiedad de sus padres, son un negocio bonito, pero duro y exigente. «Tenemos dos pescaderías en Aranda y un almacén. Es un negocio que montaron mis padres hace cuarenta años. El almacén es como una pequeña lonja para los pescaderos de los pueblos cercanos. Como dice mi madre, Aranda es un puerto sin playa. Por aquí todo el pescado que sale del norte o del este de España, para llegar a Madrid, tiene que pasar por Aranda».
Ciudad estratégica, sin duda. En Aranda de Duero hay asentada una industria muy potente: Michelín, Pascual, Tubos Aranda (molinos de vientos), la farmacéutica inglesa GSK, Imesa (industria metalúrgica)… Y en estas empresas trabajan algunos de los futbolistas del equipo. «Tenemos un presupuesto de 500.000 de euros (justo lo que se espera recaudar por la venta de entradas en este partido de Copa) y los sueldos oscilan entre 1.000 y 1.500 euros. Por eso, los que ya queremos estabilidad y tenemos mirada a medio-largo plazo, combinamos el ser futbolista con otro trabajo», afirma.
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Pesca, que confiesa que de pequeño le molestaba el apodo, que en ocasiones era despectivo -«pescadilla y salmonete, me decían»-, ahora está encantado con ese mote. Y entregado a la empresa familiar. «Mi hermano, que es profesor, no quiere saber nada del negocio. A mí me gusta, aunque requiere mucho sacrificio diario, en madrugones y horas». El género tiene buenas recomendaciones e incluso ya ha trabajado para eventos musicales con tanto pedigrí como el Sonorama. «Los hemos surtidos de ostras y pulpo. Florentino, contrátame para llevarte el marisco al Bernabéu. Yo te llevo las gambas a los palcos vips», dice Pesca entre risas, pero muy serio. «Hay que hacer lo que sea para meter la cabeza ahí. Con educación y respeto, pero a la vida hay que echarle cara».
Por si su alegato no convence al presidente del Real Madrid, Pesca tira de nuevo la caña. «En el vestuario, no hay nadie más madridista que yo. Mi novia es también muy blanca, y siempre que podemos nos escapamos al Bernabéu. Yo soy de los aficionados que se enfada, y mucho, cuando pierde el Madrid. Mira, la noche de antes del sorteo tuve una pesadilla. Sacaba la bola y no era la del Madrid. Me desperté del disgusto».
Enfado que quizás no tenga hoy si hacen una machada histórica, aunque en el pueblo le meten cizaña con su madridismo: «La gente me chincha y, a ver, si les eliminamos me voy a sentir mal porque les voy a fastidiar un título, pero sería una fiesta para el pueblo. Quizá jamás nos veríamos en otra igual», explica. Pesca, como tres compañeros más, ha pedido al Madrid la camiseta de Bellingham, aunque la mayor parte de la plantilla se decanta por una leyenda. «La más solicitada es la de Modric. Casi todos han pedido su camiseta. Ahora, si llega a estar Zidane de entrenador, yo lo que hubiera pedido era su anorak. Era mi ídolo. Siempre me fijaba mucho en su estilo y sus movimientos».
Pesca no está solo. Falta media hora para que empiece el entrenamiento y su joven entrenador, Álex Izquierdo, saca diez minutos para este periódico, a la vez que echa una mano con el tema de las entradas y ultima los detalles de la sesión preparatoria. Es un 'one club man'. Entró con 8 años en benjamines y, con 30, ahí sigue, ya como primer técnico: «Aquí hacemos de todo. Tenemos que multiplicar nuestras funciones, y más ante un partido así».
Lo dice mientras los operarios montan las gradas supletorias que convertirán el Juan Carlos Higuero, recinto con capacidad para 4.000 aficionados, en un estadio de 10.000 butacas. Es el partido más importante en los 36 años de historia del club, de los que 22 los ha vivido directamente Izquierdo. «He llegado a jugar en Tercera con el primer equipo. Los dos años de Segunda B (2015-2017), yo ya era segundo entrenador. En 2013 me rompí tibia y peroné y lo dejé pronto, con 24 años».
Izquierdo se sacó los tres niveles de entrenador tras sacarse la licenciatura de INEF en la Universidad Autónoma de Madrid, título que le tiene ahora dando clases de Educación Física en el colegio Veracruz, en Aranda de Duero. Oficio que compagina con su rol de entrenador: «El 1 de noviembre de 2019 echaron al técnico y yo me quedé de manera interina. Y hasta hoy. Ya son algo más de cuatro años. Tengo mucho que aprender, claro, pero estoy muy contento tras el ascenso de la pasada temporada».
Izquierdo fue un extremo y segundo delantero al que le «gustaba atacar más que defender» y que, tras más de dos décadas en la Arandina, vivirá esta noche algo que jamás hubiese imaginado. «Una de las cosas que hace que el partido sea especial es cómo lo hubiese soñado y vivido si fuera aún jugador. Has visto la evolución del club en estos 22 años y nunca te imaginas jugar un partido oficial contra el Real Madrid. Ya fue especial hacerlo ante el Cádiz, y ahora esto va a superar cualquier expectativa».
Saludo a Ancelotti
Está tan feliz, y nervioso, que aún no sabe qué va a suceder en el choque de manos con Ancelotti, un momento único en su vida: «La gente me pregunta por la calle qué le voy a decir. Sinceramente, no lo sé. Tengo que darle una vuelta, pero creo que acabaré guiándome por lo que me salga en ese momento. Seré lo más natural posible. Él es un gran entrenador, de éxito, y una persona elegante y muy educada. Iré yo a saludarle, por supuesto. Es el entrenador del Madrid y será un lujo darle la bienvenida a nuestra casa».
Lo que no es tan agradable es recordar el caso Arandina. En 2017, con él de segundo entrenador, tres jugadores del club fueron detenidos por una agresión sexual a una menor en el piso de uno de ellos. Hoy, dos están en la cárcel con duras condenas. Izquierdo pide 'limpiar' esa imagen del club: «Injustamente se relacionó este tema a la imagen del club, y ni la Arandina ni Aranda de Duero tuvieron nada que ver. Somos un club humilde, con una masa social detrás que es envidiable, y deseo que este partido tenga una repercusión positiva de nosotros. La Arandina es lo que habéis visto desde el sorteo, y lo que veréis en el partido por supuesto. Nada tiene que ver con nosotros lo que pasó hace siete años».
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