Pedro Morilla, el español que ha conquistado la Superliga china en el epicentro del Covid

«Ha sido una temporada atípica y complicada por el Covid, especialmente en los últimos partidos, cuando nos jugábamos el título. El último ni lo pudimos disputar», explica a ABC el preparador, que después de dos años y medio ha podido regresar a España. «Mi familia tampoco ha podido viajar en todo este tiempo a China, ha sido duro porque les he echado muchísimo de menos a pesar de que llegaba a hablar con ellos a diario hasta ocho veces».

Conquistar una liga siempre resulta difícil, pero que Morilla lo haya conseguido un año después de ascender a su equipo a la élite china magnifica la empresa. A lo largo de la historia son escasos los precedentes, el más conocido popularmente es el de Brian Clough, cuando levantó el título con el Nottingham Forest (1978) doce meses después de abandonar la segunda división inglesa. En el caso del técnico español, los resultados fueron cambiando el objetivo inicial marcado a principio de curso.

«El reto era adaptarse a la categoría y quedar entre los diez primeros, pero las victorias fueron variando la meta hasta que la exigencia final terminó siendo luchar por el campeonato». Un título conseguido con suspense por la presión del Shandong Taishan, su rival en la pelea por el campeonato, y por la amenaza del Covid.

Wuhan Three Towns y Shandong alcanzaron la última jornada empatados a puntos aunque con el conjunto del sevillano liderando la tabla por su mejor diferencia de goles. Ni un equipo ni otro pudieron disputar sus partidos del pasado 30 de diciembre porque sus rivales no pudieron comparecer por el estrago que hizo el Covid en sus plantillas y la Superliga dio por finalizado el campeonato. «El Covid había estado muy controlado, pero levantar las medidas en los últimos meses, yo creo que para que hubiera un contagio masivo para poder inmunizar a la población, alteró las últimas jornadas y empañó el final del campeonato».

No hubo posibilidad de posponer esos encuentros porque los contratos finalizaban el 31 de diciembre y el Gobierno apretó para que hubiera un campeón antes del nuevo año. Un campeón con acento español, el de Pedro Morilla y sus compañeros en el cuerpo técnico: su segundo, Roberto Ríos (ex del Betis, Athletic y de la selección), Joseba Iturbe (preparador de porteros), José Antonio Gordillo (analista), Dani Carmona (ayudante) y Carlos Nodar (fisio).

Antiguo secretario técnico del Granada, Pedro Morilla, siempre vinculado al fútbol formativo, llegó al Wuhan en 2019 como director deportivo después de una dilatada carrera como jugador en las canteras del Betis y del Sevilla, y en conjuntos como Mairena, Écija, Talavera, Murcia, Burgos, Dos Hermanas y Ciempozuelos. En este conjunto madrileño debutó como técnico. Iniciada la pasada temporada se sentó en el banquillo del club chino y terminó celebrando el ascenso. «En China, el punto débil en el fútbol de cantera son las competiciones, que no son tan regladas como en España, son más bien torneos, y a los jugadores les falta competitividad», explica en su conversación con este periódico, en la que también ofrece una explicación a la ausencia de la selección asiática en el último Mundial: «Les falta tener mayor mentalidad ganadora, pero en el país hay mimbres para hacer crecer su fútbol».