Juego de despachos
El enroque del fútbol
Salvo la improbable intervención del TAD, Pedro Rocha seguirá liderando el posrubialismo. Herrera sólo pudo conseguir ocho avales; el fútbol se ha acantonado en una sola lista
Vacío de poder en Las Rozas
Pedro Rocha, durante el partido entre España y Brasil el pasado 3 de abril
En varios despachos de España se rompieron ayer papeles escritos a mano con una lista de las 19 federaciones territoriales del fútbol español. En esos mapas improvisados durante estas últimas semanas por candidatos a presidir la Federación Española (la mayoría agazapados aún) solían aparecer cinco ... o seis presidentes autonómicos que no apoyarían nunca al extremeño Pedro Rocha, elegido por Luis Rubiales como su sucesor interino. Eran todos mapas ilusorios: a la hora de la verdad, el exvicepresidente económico del rubialismo ha recibido un aval unánime. Incluidos los 'barones' que iban a disputarle la presidencia y los que negaban su capacidad para el cargo. Al extremeño le respalda públicamente hasta Javier Tebas: «En la etapa de Rubiales, de quien ya no quiero hablar, Rocha era un florero», declaró ayer para justificar su apoyo no incondicional: «Hay 1.000 y 2.000 mejores que Rocha, pero ¿tienen posibilidades de ser presidente de la RFEF? Es muy complicado».
Nadie puede negar que las relaciones institucionales y el ambiente en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, pese a los sobresaltos, han mejorado mucho en el último semestre. Las detenciones de hace dos semanas en su núcleo directivo hicieron tambalearse a Rocha, que hoy declara (como testigo) en el 'caso Supercopa'. El fútbol se tambalea entre titulares escandalosos de todo tipo, pero el cacereño ha sobrevivido ya a dos jueves de reunión en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) sin mayor novedad y de forma discreta. Miguel Galán, su denunciante, asegura que van a terminar inhabilitándole. El poder deportivo considera sus pretensiones, sin embargo, un poco fantasiosas (a pesar del éxito de sus recientes querellas): la vaguedad de los Estatutos federativos y de la Ley del Deporte permite pocos asideros para imputar al extremeño una falta «muy grave» – la única que permitiría una eventual inhabilitación. Y a estas horas ya no hay elecciones que impugnar, por falta de oposición.
Rocha presidirá la RFEF durante medio año, hasta que se convoquen elecciones 'verdaderas': nueva Asamblea y nuevo presidente para cuatro años. Llegó para estar dos meses, gestionar los daños del terremoto de Sídney y convocar unas elecciones a las que no se iba a presentar. Lleva siete meses, y ahora los que no se presentan son los demás. Ha conseguido más de cien avales (hay 138). Dicen que su equipo se ha guardado 21 avales más, para poder así presentar un candidato diferente si Rocha fuese inhabilitado. La gente del fútbol pedía renovación e higiene, pero al final se han decantado por firmar tablas. Juntos, son invencibles.