El Oviedo gana en Ipurua y ya está a un solo paso del ascenso

Empezaba el partido con todo a favor para el Eibar que, además de jugar en casa, le bastaba el empate (al final de una hipotética prórroga) tras el resultado logrado en el Tartiere. Las tablas sin goles en la ida le permitía a los armeros especular con el resultado, ya que por su mejor posición en la fase regular se clasificaban si el Oviedo no era capaz de ganar en Ipurua. Etxeberria sólo introdujo un cambio en el once del Eibar respecto al encuentro del pasado fin de semana: Tejero entró por Correa. Por parte ovetense, Seoan era la única novedad. Carrión apostaba por un solo punta: Alemao. El primero en avisar fue el equipo local con un disparo raso y lejano de Stoichkov que atajó en dos tiempos Leo Román. No había pasado ni un cuarto de hora. Los dos equipos buscaban el triunfo.

Corpas pudo decantar el duelo para los locales (min. 23) al rematar solo desde el corazón del área una medida asistencia de Mario Soriano. El balón iba bajo, ajustado al palo pero cuando Ipurua cantaba el gol apareció una prodigiosa manopla de Leo Román para desbaratar la ocasión y mantener vivo el sueño del Oviedo. Sebas Moyano y Alemao igualaron las ocasiones y silenciaron Ipurua pero sus remates no encontraron portería. Así se llegó al descanso, con el Eibar momentáneamente clasificado para la última ronda del playoff. Las estadísticas eran favorables para los locales que solo habían perdido tres partidos en casa en todo el año.

Comenzó el segundo acto y Alemao silenció Ipurua con un cabezazo que ponía por delante al Oviedo (min. 58). El centro de Bretones era rematado al fondo de la red por el brasileño sin excesiva oposición de Arbilla, que el jugador del Eibar que le estaba marcando. Cambiaba el panorama y le entraban las prisas al equipo guipuzcoano. Joseba Etxeberria movió enseguida el banquillo, dando entrada a Konrad por Corpas y dio órdenes de que buscaran el lanzamiento lejano para tratar de sorprender a Leo Román y empatar el choque.

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Sebas Moyano cerraba el partido en el minuto 78. El jugador del Oviedo marcó a placer tras un robo de Borja Bastón, que hacía poco que había ingresado al campo, a Arbilla. Grave error del central que supo aprovechar el carbayón, colocando un centro que remató Moyano entrando desde atrás. En los últimos minutos se palpó la desesperación del Eibar, que daba la sensación que si no consigue el ascenso directo se desinfla en los playoff. Pitó el árbitro y la desolación se instaló en Ipurua mientras el Oviedo celebraba su pase a la final de esta fase de ascenso.