Un ejército de ratas
Los ingleses se han arrodillado, pero no han querido pagar el precio de una cartulina amarilla para su capitán si lucían el brazalete con la bandera arcoíris
Inglaterra se ha comportado como una banda de cobardes. Para hacerse los íntegros, algunos de sus jugadores se han arrodillado, pero no han sido más que unos oportunistas que no han querido pagar el precio -irrisorio precio- de una cartulina amarilla para su capitán si ... lucían el brazalete con la bandera arcoíris en defensa de los homosexuales que en Qatar son asesinados por el simple hecho de serlo. Inglaterra y los demás equipos que han cedido a la tiranía de la FIFA son un ejército de ratas, como los independentistas catalanes, que hicieron todo el postureo y toda la farsa pero a la hora de la verdad Puigdemont huyó y Junqueras se pagó el AVE de su bolsillo para ir a Madrid y entregarse a la Justicia.
Mucho más valientes han sido los iraníes no cantando su himno nacional y exponiéndose a quién sabe qué calvarios cuando regresen a su país.
Los jugadores ingleses arrodillados han sido 'instagramers' haciendo escarnio de lo que decían defender, mandando el terrible mensaje a los oprimidos del mundo de que están solos y no nos vamos a jugar ni media sanción por ellos. Puede la tiranía cabalgar y enfrente no hay nadie.
Somos lo que defendemos. En la vida de un hombre llega siempre el momento en que hay que perderlo todo a cambio de no ganar nada para afirmar que pese a todo aún existimos. Si por una tarjeta amarilla te rindes no quiero ni pensar cómo te habrían temblado las piernas si la Historia te hubiera reclamado sangre, sudor y lágrimas.