España se pica ante las críticas

Por la zona mixta del estadio de Kaliningrado, y después de un partido nefasto ante Marruecos, los jugadores de la selección fueron los primeros en ponerse ante las cámaras y reconocer el estrépito. Asumieron que el nivel está lejísimos de lo que se espera de ellos, que así es casi imposible ganar un Mundial y que toca dar un paso al frente para no hacer las maletas. También se recalcó que el equipo sigue vivo y que se clasificó como primero del Grupo B , una evidencia, pero quedan las formas, esa fragilidad defensiva exhibida, esos apagones de las estrellas, esos desajustes. La crítica fue severa, y al grupo, ahora que han pasado unos días, les ha picado tanto látigo y comentarios pesimistas, tanto que más de uno ha dado algún que otro grito.

España se consume entre el calor insoportable de Krasnodar, con temperaturas cercanas a los 40 grados incluso por la tarde, que es cuando se entrena ahora ya que Fernando Hierro ha cambiado ese hábito, y la espera. Son muchos días desde el encuentro de Marruecos hasta el del domingo contra Rusia, y a los jugadores no les gusta demasiado que todo lo que se venda sea negativo. «Creo que hemos recibido críticas, más de la cuenta. Al fin y al cabo, llevamos dos años sin perder, somos primeros de grupo, que pocas selecciones pueden decir eso», exclamó Dani Carvajal , encargado ayer de poner voz al vestuario. «Que el juego no ha sido bueno y que podíamos haber dado un poquito más, nadie ha dicho que no, pero si desde nuestro país, desde dentro, se nos cuestiona tanto no nos hace bien. Nosotros nos juntamos, queremos tener esa responsabilidad de dar una alegría a todo el país y para eso vamos a luchar».

Los internacionales que tenían ayer entrevistas defendieron el mismo discurso que el de Carvajal. Habló Iniesta en Radio Marca como suele hacerlo, pausado, a su manera, sin gritos. «Soy consciente de que hay cosas que se pueden mejorar, como siempre, pero palpo un pesimismo excesivo. Sabemos que las sensaciones no son las que desearíamos, pero se ha comprobado que todo cuesta muchísimo y pese a que tenemos una súper selección, es muy difícil. Los primeros críticos somos los jugadores», completó.

En una salita contigua a ese estudio improvisado, Iago Aspas daba su opinión. «Sabemos que hemos pasado primeros de un grupo con la antigua campeona de Europa y con dificultad, pero quizás se le da demasiado bombo a que jugamos mal, que si el portero... estamos expuestos a las críticas y para mí son algo normal».

Es decir, los jugadores son los primeros en aceptar que la cosa no pita, pero les molesta que se incida en ello desde los medios. De ahí esta reacción cargada de orgullo, que puede tener un efecto positivo ante el duelo de octavos ya que la selección quiere demostrar que no está tan mal como ha demostrado.