Suscribete a
ABC Premium

Mundial de Rusia 2018

Doce tiros en contra, once goles

La selección se ha contagiado de las dudas en la portería, con David de Gea errático y más nervioso de lo habitual

De Gea en la tanda de penaltis de España ante Rusia en el Mundial EFE

Enrique Yunta

Como siempre, antes de cada partido, David de Gea cumplió con su rutina. Le hizo una gracia a uno de los niños con los que se salta al campo, saludo con seriedad a los rivales en el pasamanos y le dio a Isco los ... guantes para que le ayudar a cerrarlos bien. Esa secuencia siempre acaba con un beso del andaluz a las manoplas, una especie de amuleto, y el portero espero a que los capitanes se hicieran la foto de rigor con los árbitros, esa que nunca sale. Entonces, el guardameta de la selección española e pidió la pelota a Kuipers y trató de familiarizarse con ella . La apretó, la botó nueve veces, la volvió a apretar y la dejó en el césped mientras corría al trote hacia su cueva.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia