Gayà abandona la concentración de España; llega Balde

Su salida ha estado rodeada de misterio hasta el último segundo. La Federación publicaba el tuit de su marcha poco antes de la una del mediodía en Qatar, pero casi de forma inmediata lo borraba. La causa es que la Federación aún no contaba con el aval oficial dela FIFA para sustituirle. Un trámite, en todo caso, ya que España tenía de plazo hasta el martes, 24 horas antes de su primer partido, para cambiar a cualquier jugador lesionado.

Ese OK de la organización llegó por fin pasadas las cuatro de la tarde, cuando la Federación recuperó el tuit y despidió con tristeza a su jugador. «La RFEF quiere tener un mensaje de cariño para Gayà, quien se había ganado por méritos propios defender a España en el Mundial de Qatar después de cuatro años defendiendo la camiseta de la selección al máximo nivel».

El adiós de Gayà no ha sido una decisión fácil. Su situación estaba en el límite. Hasta el último momento se valoró aguantarle dentro del grupo y confiar en una rápida recuperación. Se habló con los médicos y se analizaron todas las posibilidades. La decisión final la tomó Luis Enrique. «El cuerpo técnico entiende que necesita a los 26 jugadores en plenitud para afrontar el reto del Mundial, tan exigente como ilusionante».

La lesión del alicantino fue fortuita. Un simple resbalón durante el entrenamiento prepartido en Amán. El lateral notó el dolor e inmediatamente se marchó a los vestuarios. Tanto la primera exploración de los médicos como la resonancia a la que se sometió a la mañana siguiente dieron el mismo resultado: «esguince lateral de grado bajo en el tobillo derecho». Con ese diagnóstico, el periodo de recuperación se cifró en una semana, por lo que se dio por hecho que, pese a perderse el debut, Gayà seguiría con España y se intentaría tenerle ya a punto para el segundo partido ante Alemania (27 de noviembre).

Con todo, fue Luis Enrique quien echó abajo el optimismo cuando le preguntaron por el defensor nada más terminar el partido ante Jordania (1-3): «Tomaremos una decisión al respecto, pero es la noticia desagradable de estos días».

Gayá, 18 veces internacional, se disponía a disputar su primer Mundial tras convertirse en uno de los fijos del seleccionador, que lo incluyó ya en su primera convocatoria al asumir el cargo, en septiembre de 2018. Desde entonces son pocas veces las que ha faltado. Pese a perderse las concentraciones de marzo y junio, regresó a la carrera mundialista en septiembre, donde se terminó por ganar el hueco que ahora pierde.

Ante Jordania, fue Aymeric Laporte quien comenzó en el lateral izquierdo. Ya en la segunda parte entró al campo Jordi Alba. Ahora se espera la llegada de un un nuevo jugador que se desempeñe en esa posición. Y la opción principal, casi la única ya, es la de Alejandro Balde. El lateral del Barcelona es el elegido por Luis Enrique. Se encuentra concentrado con la selección sub-21 en Sevilla, y desde el jueves sabía que debía estar preparado por si le tocaba viajar. En las próximas horas se organizará su viaje.

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El gran inicio de campaña de Balde le convirtió en una de las posibles sorpresas de la lista de 26. Sin embargo, la línea continuista de Luis Enrique le hizo seguir confiando en Alba y Gayà. El barcelonés, con raíces guineanas, como Ansu Fati,y también dominicanas por parte de madre, sí entró en al convocatoria de Luis de la Fuente para la sub-21, donde debutó hace apenas dos meses. Ahora se topa de bruces con una oportunidad mundial de entrar en la dinámica de la absoluta de forma definitiva.

Balde comenzó siendo el tercer lateral izquierdo del Barça esta temporada tras Jordi Alba y Marcos Alonso, pero su espectacular inicio de temporada le puso por delante de ambos. Más tarde, Xavi Hernández le quiso probar también en el lateral derecho, y el experimento funcionó de maravilla. La selección recluta a un carrilero rápido y técnico que aporta también su versatilidad.

Con apenas 19 años, Balde se convertirá en el segundo internacional más joven de los convocados para Qatar, detrás de su compañero Gavi.

La última vez que ocurrió algo similar fue en el Mundial de Alemania 2006. Al igual que ahora, el problema estuvo en el lateral izquierdo. Una lesión dejó fuera a Asier del Horno una vez comenzada la concentración. En su lugar entró Mariano Pernía, que acabó siendo el titular de aquella selección por delante de Antonio López.