«Desde Qatar, desde el mundo árabe, doy la bienvenida a todos a la Copa del Mundo de 2022», ha señalado en un discurso en un estadio con forma de carpa y desde un palco en el que, en contraste con su discurso, ha estado rodeado de hombres.
«Qué hermoso es que las personas puedan dejar de lado lo que los divide para celebrar su diversidad y lo que los une a la vez», ha señalado ante la presencia de apenas tres mujeres.
Las palabras sobre la unidad y la imagen acogedora del país ha sido la tónica general de una fiesta inaugural que sido el pistoletazo de salida de un evento cargado de polémica desde el momento en que se anunció hace más de 10 años que Qatar sería el país anfitrión y que se sigue sucediendo, tanto los días previos al Mundial y como durante el campeonato.
Una de ellas, que no ha pasado desapercibida en las redes, la imagen del presidente de la FIFA, sentado entre el emir de Qatar y el príncipe heredero, Khalid bin Hamad bin Khalifa Al Thani, envuelto en numerosos escándalos.
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