Morata reabre el debate del 9

A Luis Enrique no le había seducido demasiado esta vez la experiencia del 'falso 9' en la primera parte, con Olmo y Marco Asensio intercambiándose los papeles, y ha recurrido al ariete del Atlético, que tampoco fue titular en el debut ante Costa Rica cuando todo parecía indicar que sería incluido en el once. Morata ha celebrado el gol en el espectacular Al Bayt Stadium por todo lo alto, reivindicándose ante los aficionados y también ante el seleccionador en el mejor escaparate posible. Abran paso al emir Morata en la gran jaima del desierto catarí.

Ya vio puerta ante los ticos, pero ni el contexto del choque ni la entidad del adversario pueden compararse. El miércoles saltó al campo cuando todo estaba decidido y esta noche lo ha hecho ante la potente Alemania y con la responsabilidad de dar otro aire a La Roja, suministrándole alternativas que le hicieran salir de la espesura en ataque. Y a pesar del empate ha salido reforzado. Gracias a su aportación el equipo ha tenido las ideas más claras, una referencia a la que buscar cuando se llegaba a las inmediaciones del área o se quería hacer daño a los germanos en arranques en velocidad.

Con el choque ya igualado Nico Williams le ha filtrado un balón casi en el minuto 90 en el que Morata ha demostrado cómo hay que fijar a los centrales y buscarles las cosquillas. No ha podido hacer el segundo, pero el colchonero ha cambiado el partido. De hecho, ha sido designado MVP pese a salir desde el banquillo. La Roja sólo ha disputado dos encuentros, pero el debate sobre el nueve vuelve a estar encima de la mesa. Contra la endeble Costa Rica la fórmula funcionó. Contra Alemania, sin embargo, la selección ha funcionado mejor con un punta puro.

La apuesta inicial de Luis Enrique fue una simbiosis en el 'falso 9' con Olmo y Marco Asensio. El catalán se ha convertido en un uno de sus futbolistas fetiches. Su polivalencia, la facilidad que tiene para desenvolverse con soltura en distintas partes del campo, le convierten en una pieza ideal para el innegociable estilo de España por su movilidad, su facilidad para conectar con sus compañeros y su llegada al área. Ya en la pasada Eurocopa, la de la pandemia, sus actuaciones fueron determinantes para que La Roja avanzara hasta la semifinales, en las que por cierto el catalán se marcó un partido espectacular frente a Italia desde una posición más retrasada que desorientó a sus rivales hasta descolocarles.

En el debut del Mundial el seleccionador volvió a apostar por él de inicio a pesar de sus problemas físicos en las semanas previas a que se hiciese pública la lista de elegidos para la cita de Qatar. Fue el que abrió la lata de la histórica goleada ante Costa Rica y se movió en todo momento por la banda izquierda. Esta noche el técnico también le ha dado la titularidad ante Alemania, a algunos de cuyos internacionales conoce bien por enfrentarse a ellos en la Bundesliga con la camiseta del Leipzig.

El de Tarrasa es un dechado de versatilidad. Lo hace bien en el costado zurdo, su teórico hábitat natural, pero también cumple con creces en la zona central. En la primera parte no ha dejado de intercambiarse en esa posición con Asensio para tratar de abrir grietas en la ordenada defensa de los germanos. Un dos por uno en esa demarcación que a Luis Enrique no le gustó demasiado. A Olmo le hizo un paradón Neuer en el minuto 7 y el balón se estrelló el larguero. Morata se ha convertido casi una hora después en el jugador más determinante.