Modric, una vez más el elemento diferencial en el juego del Real Madrid

El Madrid creció a partir de su criterio. Sabiduría, calma y dinamismo. Se hizo con el centro del campo en una exhibición en la segunda parte. Se salió en el Campo Nou

El mejor del Barça, incisivo en el primer tiempo, muy largo por su banda. Luego decayó, como todo su equipo

Un muro para Raphinha, al que amedrentó y anuló. Impuso su físico, desplegó talento defensivo. Sacó limpio el balón

Tres goles en un partido que empezó a paso lento, lo dicen todo. Letal en los momentos determinantes, muy fino en los goles. Elegante al decretar sentencia

Mucho despliegue, fiable en el pase, sólido en las ayudas. Cometió un grave fallo en el penalti a Vinicius, la jugada no parecía peligrosa. Fue sustituido al instante

Es una bala, un jugador fabuloso al que le sobran los gestos de mal criado, también ayer. Generó muchísimo peligro, pero provocó una trifulca al final por sus malos modos

Poco ágil, lento de movimientos y sin intervención en el juego. Pocas opciones para el remate. No se parece casi nada al jugador de principio de temporada. Ni una ocasión

Su brega es magnífica, pero roza el límite de lo reglamentario. También se perdió en las peleas con Vinicius y se salió del encuentro. Energía nunca le falta

No ganó ningún duelo a Camavinga. Se ofuscó tanto que desapareció. Muy poca presencia en el área. Fue el primer sustituido

Superado por Vinicius, sobre todo en el segundo acto, no pudo imponer su físico y anticipación. Al final se enredó con el brasileño y sus provocaciones