Un milagro en Irún echa al Cádiz de la Copa

Tras el bellísimo gol de Nacho Sánchez, el segundo en su cuenta particular, Irún entró en un delirio colectivo digno de ser vivido. Niños y mayores saltaban de alegría, se fundían en abrazos en un enjambre que se movía al son del mismo júbilo. Acaban de presenciar un gol con el que cualquier aficionado al fútbol algún día soñó con marcar; un gol desde fuera del área y por la escuadra para meter a tu pueblo en la segunda ronda de la Copa en detrimento de un equipo de LaLiga.

Sin embargo, este sentimiento no es nuevo en el Real Irún, un ilustre en el fútbol de antaño que tiene cuatro Copas del Rey en su palmarés. En 2008, también en pleno otoño, el conjunto irundarra eliminó al Real Madrid en octavos de final tras vencer 3-2 en el Gal y perder en la vuelta en el Bernabéu 4-3. Del mismo modo, 14 años después, este histórico club guipuzcoano que deambula desde hace décadas por el fútbol de bronce, disfrutó sobremanera con una remontada de fábula para edulcorar una temporada hasta el momento gris. El club, propiedad de Unai Emery (allí jugaron su abuelo y su padre; además, su hermano Igor es el presidente), es actualmente el colista del grupo 1 de la Primera RFEF con tan solo 10 puntos en 11 jornadas.

Sea como fuere su situación liguera, ante el Cádiz compitió como un coloso. En primera instancia, los vascos se repusieron al tanto inicial de Lucas Pérez (minuto 15) de ipso facto, tras sacar de centro (Nacho, 16). Después, tras el 1-2 de Negredo en el 60, en el tramo final de partido, Iván Sánchez aprovechó un gran centro de Rivero para cabecear el empate. Y ya en el minuto 94, en la última jugada del encuentro, Nacho descubrió lo que es la gloria.

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