Messi y la final del Mundial: el precedente más famoso del doble toque de Julián Álvarez que indigna a los atléticos

Muchos de ellos no aprecian en las imágenes que han visto la luz el doble toque, al igual que el técnico rojiblanco, Diego Pablo Simeone, que en la rueda de prensa posterior al choque aseguró que «cuando Julián apoya el pie y patea la pelota no se mueve ni siquiera un poquito». «Nunca he visto que el VAR llame en un penalti, pero vale también. Quiero creer que han visto que la tocó», agregó.

Mientras los seguidores del Real Madrid se aferran convencidos al resbalón del delantero del Atlético y a un disparo que salió mordido tras tocar en sus dos pies, la hinchada rojiblanca no cree que existan imágenes que confirmen con nitidez la infracción.

Contribuye a la controversia que la UEFA tampoco mostrase las imágenes concretas en la que la sala del VAR se basó para avisar al colegiado principal del encuentro y que anulase el gol de Julián Álvarez. Una imágenes que el Atlético de Madrid podría reclamar al organismo rector del fútbol europeo y que ha reclamado la Unión Internacional de Peñas del club: «No basta con repeticiones ralentizadas o imágenes recortadas. Queremos las imágenes y audios completos del VAR durante la revisión».

El enfado de la parroquia atlética, que salpica este lunes las tertulias y las redes sociales, ha ido incluso a más cuando han comenzado a circular imágenes de un precedente en el que el infractor no fue castigado con la anulación de su lanzamiento, y eso que fue en toda una final de Mundial y con el mismo árbitro como protagonista.

En Qatar 2022 el también argentino Lionel Messi anotó desde los once metros un penalti en el que tocó la pelota dos veces, con su pie izquierdo para golpear y en su puntera derecha en su camino hacia el fondo de la red de Francia. No sucedió durante la tanda de penaltis pero fue un tanto decisivo para el 3-3 final.

Al ser un penalti lanzado durante el juego, el árbitro polaco tendría que haber anulado el gol y haber señalado un tiro libre a favor de Francia, pero no pudo hacerlo porque nadie, ni rivales, ni equipo arbitral, ni tampoco el VAR, se percataron de la infracción.

La diferencia puede estar pues en el aviso que Thibaut Courtois dio, gracias a su visión privilegiada del tiro, a los árbitros que este miércoles impartían justicia en el césped del estadio Metropolitano.

El reglamento establece en su Regla 14.1 que, si durante un partido un jugador contacta con la pelota dos veces consecutivas en un penalti antes de que otro futbolista intervenga, se debe sancionar con un tiro libre indirecto para el equipo rival. «Si, después de ejecutar un penal, el tirador vuelve a tocar el balón (sin usar las manos) antes de que otro jugador lo haya tocado, se concederá un tiro libre indirecto al equipo adversario desde el lugar de la infracción».

Eso es lo que pasó en la última final mundialista entre Argentina y Francia, pero para poder aplicar la normativa el colegiado principal y su equipo deberían haberse percatado del doble toque, cosa que no sucedió.

En el derbi madrileño de Champions esa información sí llegó al árbitro y al equipo de VAR, que aplicaron la regla en el supuesto de las tandas de penaltis, que dice que si se produce un gol este debe ser anulado, como sucedió en el fatídico lanzamiento de Julián Álvarez.