ENTREVISTA ABC
Martín Peláez: «Me encantaría que el Oviedo pudiera jugar un partido en Estados Unidos»
El presidente del club carbayón, propiedad del Grupo Pachuca mexicano, afronta con fe y optimismo el regreso a Primera
Xabi Alonso: «Claro que he hablado con Rodrygo»
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Iniciar sesiónCuando los abuelos españoles de Martín Peláez Álvarez (6-1-1972, Ciudad de México) emigraron a México no podían imaginar que un siglo después (julio de 2022) un descendiente retornaría a su patria chica, Asturias, para convertirse en el presidente que capitaneó la ... vuelta del Real Oviedo a la élite del fútbol español tras 24 años de duro éxodo por las categorías inferiores. Y hoy, en su reestreno en Primera como local, el club carbayón recibe al Real Madrid.
—¿Cómo y por qué llega a presidir un club de fútbol en España?
—Primero, por la bendición de Dios. Y segundo, porque llevo aproximadamente 30 años en el Grupo Pachuca y cuando se dio la oportunidad del Real Oviedo tuve la maravillosa posibilidad de que el licenciado Jesús (Jesús Martínez, dueño de Pachuca) me diera esta oportunidad. La tomé sin dudarlo. Además, mi abuelo paterno era de Infiesto (Asturias) y mis bisabuelos maternos, uno de Oviedo y uno de Potes, que pertenece a Cantabria, muy cerquita.
—Un cambio de vida tan drástico no es fácil. En su caso, además, sufrió la pérdida de su padre apenas un mes después de acceder a la presidencia. En su primera junta de accionistas del club se le saltaron las lágrimas.
—Aunque Oviedo, Asturias y este gran club son maravillosos, no deja de ser difícil el cambio de país, de horario, de costumbres. Dicen que hay muchos duelos en la vida, y hasta el cambio de alimentación, de amistades y de todo son pequeños duelos que uno tiene que ir viviendo. Y lo de mi papá sí fue muy duro, así como separarme de mi mamá y de mi familia. Pero la gente de aquí hizo muy llevaderos esos momentos duros. Siempre me acogieron, me dieron mucho cariño y gracias a Dios estamos muy bien.
—También lo pasó mal porque, según usted mismo desveló, el fútbol español era un mundo desconocido para usted.
—La principal diferencia es el control económico, el límite salarial, que en México no existe. Esto tiene cosas muy buenas, pues permite que los equipos no entren en concursos de acreedores o en adeudos, pero creo que puede haber cierta flexibilidad para que eso mejore, Otra diferencia, creo que el peor error de México, es que allá no no hay ascensos ni descensos de categoría. Eso mata la ilusión, se muere el corazón si no hay aspiraciones de subir o aspiraciones por no bajar, Aquí no te permiten relajarte en ninguna jornada, estás peleando arriba o estás peleando abajo y eso siempre le da una competitividad impresionante a la Liga.
—Y con todo, ha dicho que quiere quedarse para siempre en el Oviedo
—Yo estoy feliz aquí en el Real Oviedo y en Oviedo, si Dios y el licenciado Jesús no dicen otra cosa, yo seguiré aquí el pie del cañón y luchando todos los días por hacer de este equipo una institución más sólida.
—De sus palabras se deduce que el proyecto del Grupo Pachuca en Oviedo es para largo
—Claro, esa es la idea, Ya dimos un paso muy importante y muy difícil que era ascender, ahora nos viene otro reto igual o más importante, mantener la categoría y consolidar el proyecto desde la base. Uno de los pilares del Grupo Pachuca es la cantera. Estando en Primera la exigencia es mayor, por eso tenemos la ilusión de contar lo antes posible con una ciudad deportiva nueva que nos permita concentrar todo nuestro fútbol base, tanto del femenino como el varonil, y replicar en Oviedo el modelo del Grupo en México.
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Oviedo, una fe inquebrantable
Ángel Luis Menéndez
—Por cierto, ¿cómo resumiría lo que es el Grupo Pachuca?
—Se fundamenta en cinco pilares: deportivo, que es el más visible con cuatro equipos de fútbol en el mundo —Pachuca y León en México, Everton de Viña del Mar en Chile y Real Oviedo—; académico, liderado por Gabriela Murguía (esposa de Jesús Martínez y rectora de la Universidad del Futbol y Ciencias del Deporte); cultural; comercial; y social, que es lo más importante para nosotros. Lo que un equipo de fútbol impacta en su gente, en su afición, en su comunidad, el ejemplo y la imagen que tenemos que dar como deportistas y como entidad deportiva, la ayuda que podemos dar en todos los sentidos es una responsabilidad muy importante.
—A diferencia de otros nefastos desembarcos de propietarios extranjeros en clubes españoles, Pachuca ha logrado su primer gran objetivo, el ascenso del Oviedo a Primera, en solo tres años. ¿Cuál es el secreto?
—En cualquier empresa, no solo en el fútbol, si tú trabajas honestamente, tienes un proyecto, humildad y pasión por lo que haces, tarde o temprano te va bien. Esos son las principales ingredientes para que cualquier modelo o negocio funcione. Y tenemos un gran líder, Jesús, que no permite que ninguno de esos pilares se derrumbe ni que ninguno de los que trabajamos para él nos relajemos o nos salgamos de la línea.
—Una de las grandes rémoras que sufren otros equipos con dueños foráneos es la lentitud en la toma de decisiones. ¿Cuánta autonomía le da Jesús Martínez a usted?
—En el día a día yo tengo autoridad y autonomía para tomar decisiones. Llevamos casi 30 años juntos y cuando conoces y coincides en los valores del Grupo es más fácil tomar las decisiones correctas. No tenemos que esperar la autorización en todos los sentidos. No somos tan burocráticos, somos prácticos.
—En el cartel del reestreno en casa del Oviedo en Primera, el Real Madrid. Aparte del desafío deportivo, un reto organizativo para un club que llevaba 24 años alejado de la élite.
—Jugar en Primera y recibir al Real Madrid en la jornada uno como local es un sueño que estamos viviendo y, a la vez, el examen más difícil. Han sido semanas complicadas, cansadas, desgastantes… Y esta semana en particular ha sido tensa. Ha habido muchos requerimientos, muchas cosas, muchas demandas fuera de lo que veníamos trabajando y fuera de lo normal, pero estamos listos para recibir al Madrid y para que toda la gente que asista al Carlos Tartiere viva una experiencia segura, cómoda y apasionante.
—Antes de llegar a España, una de sus funciones en el Grupo Pachuca eran las relaciones públicas y políticas ¿Cómo se lleva con el Real Madrid y su presidente, Florentino Pérez?
—Somos dos entidades que siempre hemos tenido buen entendimiento y buen cariño. Hay que recordar que en los momentos más duros el Real Madrid nos hizo una aportación económica (100.000 euros en 2012, cuando el club carbayón corría el riesgo de desparecer) y esas son cosas que no se olvidan. Aunque nosotros aún no estuviéramos aquí, hay que estar agradecidos con quienes hacen algo por tu escudo, por tu gente y por tu club. Florentino Pérez nos ha confirmado que vendrá. Estará acá sufriendo el partido. Porque ellos también van a sufrir, ¿eh?
—¿Y con Javier Tebas?
—Nos llevamos muy bien con el presidente Tebas y con el presidente Louzán, de la Federación. Desde que llegamos hemos tratado de construir lazos con todo el mundo. Somos gente de sumar. Solamente si nos hacen algo muy feo tendríamos que sacar las uñas.
«Hay muchas cosas que yo no haría en mi vida, pero ser árbitro creo que es la última»
—¿Pintan algo los clubes modestos en LaLiga?
—Bueno… Hay que procurar que vayan pintando más cada día. Es difícil poner de acuerdo a 42 equipos (20 de Primera y 22 de Segunda) y, como siempre digo, hay cosas que mejorar, pero yo creo que estamos en muy buenas manos, Cada club es el encargado de hacerse respetar y notar en base a su trabajo y resultados. Cada quien tiene que ir construyendo su destino, su historia y su importancia.
—El límite salarial dificulta sobremanera la capacidad de fichar jugadores. Reconociendo su función controladora, ¿no se debería plantear LaLiga algún tipo de permisividad o flexibilidad especial para aquellos clubes que acreditan una gestión responsable?
—Sí, sí. Creo que ahí ese es un tema abierto que se puede hablar, que se está estudiando y que tiene sobre la mesa varias propuestas y varias posibilidades de mejora. Como bien dice, si es una entidad que se demuestra que está bien administrada, tiene solvencia y hace las cosas bien pues, con ciertas reservas, bien pudiera tener alguna mejora en su límite, ¿no?. No sé exactamente cuál sería, pero yo creo que sí puede haber un esquema más flexible en esto, hablado y estudiado por todos.
—¿Qué opina usted sobre el polémico Villarreal-Barcelona en Miami?
—A la Liga española le viene muy bien la internacionalización. A mí me encantaría que el Oviedo pudiera jugar un partido en Miami, en Estados Unidos. Obviamente, bien planeado en los tiempos y contemplando a la afición, como creo que es en este caso. No conozco los detalles, pero si se trata de internacionalizar la marca con un partido oficial yo no lo veo mal.
—¿Le gustan los recientes cambios en el sistema arbitral?
—Hay muchas cosas que yo no haría en mi vida, pero ser árbitro creo que es la última. Es una posición muy ingrata y solitaria. Es muy difícil impartir justicia para que todos estén contentos. Los cambios que ha hecho la Federación son para bien, hay que darles oportunidad de que los nuevos nombramientos maduren.
—Sobre la influencia de Cazorla en el club y en el equipo se ha dicho y escrito ya casi todo. ¿Qué ha supuesto personalmente para usted?
—Ha siso una alegría y una gran bendición poderlo conocer y convivir con él estos dos años. Lo que se diga de Santi Cazorla como jugador se queda corto respecto al tipo y a la gran persona que es. Su calidad humana, lo familiar que es, es algo que transmite. Esté donde esté, en la cancha o en el banquillo, siempre tiene una sonrisa, siempre está aportando y ayudando. Aquel gesto de no querer cobrarle al Oviedo… Son tantas cosas que yo siempre digo que a Santi le estamos profundamente agradecidos, pero el tiempo le dará el justo valor de lo que ha hecho por este equipo. En lo deportivo y en lo extradeportivo, en lo personal y en lo que ha marcado a tantos niños y a tantas generaciones.
«Mata siempre sería bienvenido, es otro histórico del Oviedo. En este momento no es una posibilidad, pero seguramente coincidiremos en algún momento»
—En su momento, el oviedismo soñaba con el regreso de Cazorla… y de Juan Mata. ¿Aún es posible?
—Juan Mata siempre sería bienvenido, es otro histórico del Oviedo. A veces, los tiempos y las cifras se acomodan. Hemos tenido contacto y algunas conversaciones con su padre, pero en este momento no es una posibilidad abierta. Además, en esa posición no estamos buscando gente ahora. Sería maravilloso y, por supuesto, nosotros abrazaríamos la llegada de Juan Mata. Sería otro símbolo importante en la cancha, pero él está ahora en otras cosas y en otro club (Western Sydney Wanderers australiano). Seguramente coincidiremos en algún momento.
—Y el próximo mes de marzo, el Real Oviedo cumplirá 100 años.
—Así es. Ya hemos realizado un montón de actividades. Y muchas que vienen que van a hacer sentirse muy orgullosos a todos los oviedistas, a todos los ovetenses, a todos los asturianos y a todos los españoles, porque vamos a hacer cosas por todo el mundo.
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