Desde mis antípodas
Jaque mate a la historia
«Honores a todas y cada una de ellas y a quienes han estado a su lado. Se avecinan tiempos de boato y de apropiación indebida»
España culmina una obra maestra para ser campeona del mundo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCampeona del mundo, sí. La selección femenina ha ganado el Mundial. Lo ha merecido. Con fantasía, fútbol y penalti fallado que debió repetirse. Honores a todas y cada una de ellas y a quienes han estado a su lado. Se avecinan tiempos de boato ... y de apropiación indebida. No hagan mucho caso, ni se enfaden con tanto jeta como va a aparecer, reclamando su cuota de gloria. Se llama idiosincrasia y, desde tiempos de Berlanga, forma parte de nuestra cultura. Antes también, pero no lo habíamos definido.
Se avecinan tiempos de oportunismo, contra los que no merece la pena luchar. Obvio que aquí no hay más estrellas que las que se han batido el cobre desde el 21 de julio hasta hoy. Una generación de mujeres, capaces de ganar y abstraerse, perder y sobreponerse o correr y reivindicarse. Porque sí: son mujeres y, por ende, expertas en hacer dos cosas a la vez.
En cualquier caso, apunten esta fecha y sean conscientes, mientras lo hacen, que habrá un antes y un después. Tan cierto como que mucho de lo que hoy parece que va a cambiar, no lo hará en la vida. Se espera un repunte del número de crías federadas, mayores argumentos para negociar una mejora de las condiciones del sector (con un salario mínimo actual de sólo 16.000 euros) y que nombres como Salma Paralluelo,Tere Abelleira u Olga Carmona nos suenen más de lo que lo ha hecho hasta ahora. Y, dentro de unos meses ¿qué? Es sólo un pálpito, pero me da la impresión que el impulso de este Mundial va a ser medido. En román paladino: ganamos como nunca y nos quedaremos como siempre.
No espero milagros, pero quiero rock and roll. Mientras en países como Inglaterra ya suena la actual seleccionadora, Sarina Wiegman, como sustituta de su homólogo masculino, aquí no pasamos de quejarnos porque, un día antes de la final, es Jorge Vilda el que aparece en las portadas de los periódicos y no una foto de las futbolistas. Igualito que los ingleses, sí. ¿Y si en lugar de pensar en lo que no se hizo o se hizo mal pensáramos en lo que queda por hacer y lo de las reparaciones históricas lo dejáramos para otro momento? Es que no dejo de pensar en lo que dijo Irene Paredes hace unos días: «Crecimos pensando que el fútbol no era nuestro lugar». Sería para matarnos no corregirnos.
Por cierto: desde hoy, búsquenme en la ventanilla de los que reclaman ya, a voz en grito, el Balón de Oro para Aitana Bonmatí.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete