Es fútbol y es femenino
Rosita se cambia de acera
«La operación no ha sido ni más ni menos que una maniobra puente para facilitar su llegada al Sevilla, en silencio y por la puerta de atrás, intentando evitar una confrontación directa con la afición bética»
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Iniciar sesiónEsta temporada, el Sevilla femenino engrosa sus filas con nuevas incorporaciones. Dos jugadoras han pasado a formar parte de la plantilla sevillista femenina para la temporada que llega: Esther Martín Pozuelo, la primera, y Rosa Márquez, 'Rosita', la segunda, ambas procedentes del sempiterno 'frente enemigo', ... el Betis. Pero, mientras que el fichaje de Esther ha pasado desapercibido para los aficionados, después de su tránsito por muchos equipos, el de Rosita, por su autoproclamado arraigo bético, ha provocado un auténtico terremoto en la ciudad hispalense, que ha llevado incluso a que la jugadora haya tenido que cerrar sus redes sociales, dados los comentarios que ha tenido que leer.
Rosita, en mi opinión, es el mayor talento que ha dado la cantera del Betis en toda su historia. En el año 2017, la sevillana, que entró en el club en la categoría cadete, firmó su primer contrato profesional. Ella, junto a la jugadora Irene Guerrero, es una de las dos béticas que han sido internacionales absolutas con España (dos internacionalidades). El beticismo de Rosita, hasta ahora, no era cuestionable: «Viéndome con otra camiseta diferente a la del Betis me sentiría rara», «Soy bética desde pequeña», «El Betis es mi casa»... insistía. Pero, por infortunios del destino, el Betis descendió esta temporada y, coincidiendo con la finalización de su contrato, Rosita escuchó ofertas. El Sevilla, rápido en avistar talento y en cómo reforzar el equipo, contactó con la jugadora, aun a sabiendas de que la rivalidad tradicional entre los dos equipos de capital andaluza no lo iba a poner fácil.
Rosita quería seguir en Primera como profesional, claro, pero no quería abandonar su ciudad. Necesitaba estar rodeada de su gente y apoyada por los suyos. Pero ¿estaba realmente dispuesta a traicionar a los béticos por quedarse en su casa y con su gente, pero en el equipo del eterno rival? El Sevilla se comprometió a que jugaría en el equipo y… empezó la fiesta.
Lo primero fue buscar un equipo puente para comenzar la operación diseñada. El elegido fue el Fútbol Club Badalona Women (antiguo Levante Badalona) y, sin perder tiempo, el pasado 2 de julio se anunciaba su fichaje por el club catalán, presentándola, ni más ni menos, que como el «corazón del nuevo proyecto». Rosita se despedía del Betis con unas sentidas palabras que los aficionados, a priori, entendieron: «Mi prioridad nunca fue salir del Real Betis, y en ningún momento me habría gustado hacerlo de esta manera, con el equipo en Segunda división. Pero espero que sea sólo un 'hasta pronto'. Voy a ser una aficionada bética más en la grada. Esta es mi casa y espero que sea así siempre». Impecable despedida, razonable y consecuente... hasta el martes.
Ese día el Sevilla soltó la bomba con un comunicado en el que hacía oficial el fichaje de Rosita por su sección femenina, el Sevilla féminas. Ante el sentimiento de traición y la estupefacción de los aficionados, Rosita comparecía ante los micrófonos. «El FC Levante Badalona me ha puesto las cosas fáciles pero, tanto por asuntos personales como por mi bien, quería tener otra opción y tenerla en casa. (Aceptar esta oferta) es algo que me hace muy feliz, es una oportunidad muy bonita». Vaya tela. Papelón el de Rosita y papelón, y muy turbio además, el del Fútbol Club Badalona Women, un club en el que no es la primera vez (ni será la última), que bordea los límites de lo ético, lo estético y quién sabe si de más cosas.
Lo que debía ser un nuevo comienzo para Rosa Márquez en el fútbol catalán ha terminado convirtiéndose en una zarzuela andaluza. Más allá de las necesidades personales de Márquez, por supuesto legítimas y respetables, el papel del club catalán debe ser cuestionado por su falta de transparencia y coherencia. La operación no ha sido ni más ni menos que una maniobra puente para facilitar su llegada al Sevilla, en silencio y por la puerta de atrás, intentando evitar una confrontación directa con la afición bética.
Pero la trama ha tenido efecto boomerang y a Rosita la bomba le ha explotado en las manos. El Fútbol Club Badalona Women queda evidentemente señalado por permitir, y quizás facilitar, este movimiento. Para muchos béticos, el club catalán no ha sido más que una pieza instrumental en una jugada opaca, dejando una agria sensación oportunista en un fichaje que duele por lo simbólico mucho más que por lo deportivo.
Fantaseo con escuchar las conversaciones de «barra de bar» entre el bético Pablo Vilches y el asesor jurídico externo de la Liga F, Santiago Nebot, que al parecer, también es el asesor jurídico del Fútbol Club Badalona Women. Ver para creer.
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