¿Por qué se lesionan tanto las mujeres de las rodillas?

Justo antes de que Rasheedat Ajibade marcara el gol que a la postre le daría al Atlético de Madrid la victoria en el último partido frente al Villarreal y que le garantizabala posibilidad de disputar la temporada que viene la Womens Champions League, Carmen Menayo se retiraba del campo entre lágrimas. Su llanto dejaba entrever lo peor. Al paso por detrás de la portería rival, acompañada por uno de los integrantes de los servicios médicos del Atlético de Madrid, Andrea Medina, mientras sus otras compañeras atléticas celebraban el gol, no dudó ni un segundo en ir a abrazar e intentar consolar a Carmen Menayo.

Y no era para menos. Poco después se confirmaba la peor de las noticias para Menayo en un comunicado oficial del Atlético de Madrid: «Carmen Menayo sufre una rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior y lesión de menisco externo asociada a la rodilla en la rodilla derecha». La lesión, la bestia negra de las lesiones entre futbolistas, es sencillamente una re-rotura de ligamento cruzado anterior. Y la solución se antoja mucho más complicada de reparar que la cirugía inicial.

El ligamento cruzado anterior une el fémur con la tibia y tiene un papel fundamental en la estabilidad, impidiendo el desplazamiento anterior y rotacional de la tibia. Es el ligamento de la rodilla que se lesiona con más frecuencia. Cómo ya he comentado en otras ocasiones, la incidencia de rotura de LCA es sorprendentemente de dos a cuatro veces mayor en mujeres. ¿Por qué?

Por varios factores, entre ellos, el eje mecánico de la pierna, la anchura de la escotadura en la rodilla, factores hormonales y control neuromuscular. El 90% de las roturas de LCA en las mujeres ocurren por un mecanismo sin contacto con otras deportistas. Según un estudio de investigación realizado por FIFPRO, las jugadoras que sufrieron lesiones del ligamento cruzado anterior jugaron más partidos, tuvieron más casos de menos de cinco días de descanso entre partidos y tuvieron menos tiempo de reposo en las cuatro semanas previas a la lesión, siempre en comparación con los jugadores que no sufrieron lesiones. También viajaron más lejos y por más tiempo y cruzaron más zonas horarias.

El gran número de partidos a jugar, sumado a los desplazamientos y el reposo insuficiente no ayuda a que se rebaje la incidencia en la lesión. Otro dato a tener en cuenta, sobre todo en edades tempranas, es el tipo de taco que se utiliza en las botas. Lo adecuado es escoger tacos redondos. Y cuánto mayor sea el número de tacos y más cortos sean estos, mucho mejor. Las lesiones de LCA no solo son una lacra en la élite. El número de lesiones en categorías inferiores es también alarmante, y el tipo de taco con el que se juega en los campos de hierba artificial es fundamental. Es clave informar a las jugadoras más jóvenes y a sus padres de esto, pues muchas veces se escogen tacos inadecuados que aumentan riesgos futuros de sufrir lesiones.

Jornada tras jornada y temporada tras temporada se repiten las lesiones de ligamento cruzado anterior en el fútbol femenino. Y no solo en España, sino a nivel mundial. Y los comentarios siempre son los mismos. «Otra vez,,,», «es una lacra». ¿Por qué no baja el número de lesiones a pesar de los adelantos médicos y de investigación que hay en la actualidad UEFA?

A finales de diciembre de 2023, se anunciaba una nueva iniciativa de la UEFA centrada en la sensibilización y prevención de lesiones LCA. El objetivo a largo plazo era publicar un consenso sobre la prevención y el tratamiento de estas lesiones para el verano de 2024, además de un programa actualizado de prevención de este tipo de afecciones. El consenso proporcionará directrices (basadas en evidencia) sobre temas que van desde la prevención de lesiones LCA y los factores de riesgo comunes hasta los mecanismos de lesión y las estrategias óptimas para el regreso al juego. Y todo ello diseñado específicamente para el fútbol femenino.

Hasta que no consideremos que aún jugando al mismo juego y con las mismas normas, el fútbol femenino y el masculino tienen especificidades propias, no resolveremos bien el problema. Por eso es de agradecer la iniciativa específica para ellas de UEFA, que en cualquier caso no tendrá gran eco si no se atienden rigurosísimamente los tiempos de recuperación y los plazos de descanso que determinan los médicos. No es sólo un drama a nivel personal para las futbolistas. Lo es para todos. Y hay que saber que, cumpliendo bien las recomendaciones médicas, la recuperación puede ser óptima y evitar así peligrosas re-roturas. Vale la pena intentarlo.