¿Un ajuste de cuentas encubierto?

Pero a medida que Tomé fue deslizando declaraciones, y se le caían determinados mensajes velados, asaltó la duda de si se trata de un cambio de ciclo o de una 'vendetta' por viejos comportamientos, presiones, vídeos y demás. Sobrevive Alexia, pero la selección pierde a sus jefas. Por segunda vez consecutiva se quedan fuera de la convocatoria Irene Paredes y Misa. Y se les suma ahora Jenni Hermoso, que juega en México y está inmersa ahora con el Tigres en los 'playoffs' por el título. Pero no vale como coartada. La desmonta la presencia en la lista de Lucía García, que vive su misma situación en Rayadas de Monterrey.

Es en el interrogatorio de preguntas periodísticas cuando, sin ser clara ni rotunda, la entrenadora fue dejando caer ciertos dardos que no dejaban en buen lugar a las apartadas, mezclando su comportamiento en cancha con el de fuera de ella: «La selección femenina es una familia y queremos trabajar en esa línea, busco el rendimiento dentro y fuera del campo (...). Tanto lo que necesitamos dentro del campo como fuera, estas jugadoras nos lo dan (...). No quiere futbolistas que alteren «la convivencia«. La entrenadora, cuando menos, deja en el aire la sospecha de que las ahora apartadas son las que rompían esa paz del vestuario. Es un asunto de fútbol y de lo que no lo es.

En lo estrictamente deportivo se llevó también su colleja el campeonato nacional, el nivel de su Liga: «Necesitamos ver cómo se desenvuelven algunas jugadoras en un contexto internacional, algo muy difícil de ver cada día en nuestra liga». ¿Por eso no va nadie del Atlético de Madrid, el segundo clasificado del torneo? ¿Por eso el olvido de Lola Gallardo, Silvia Lloris, Andrea Medina o Fiamma?

Tampoco se cree el cambio de ciclo Mapi León, que habría sido convocada –desveló Tomé– pero aún no quiere. La central del Barcelona entiende que, pese a las apariencias, en la Federación no se han producido cambios ni se producirán mientras sigan los mismos responsables que estaban antes. Y la primera, Montse Tomé, mano derecha de Jorge Vilda y aplaudidora de Rubiales. Y otras personas señaladas entonces, además con más atribuciones. Es el caso de Ana Álvarez, quien, según Tomé, y ante la ausencia de la figura del director deportivo, «es la que ayuda en todos los temas de gestión». Tampoco anda lejos Rafa del Amo.

¿Cambio de ciclo? Habla la seleccionadora: «España necesita reajustarse, reubicarse, empezar a confiar en el trabajo que llevamos un año remando y hemos conseguido rendimiento a pesar de todo». ¿A pesar de qué, Montse Tome? Es la última lista de la selección femenina antes de las elecciones a la presidencia de la Federación. ¿Será la última de Montse Tomé como seleccionadora?