El Madrid, a dar la puntilla al Barcelona

El madridismo vive días de felicidad tras la épica clasificación a semifinales de la Champions. Muy poca gente le veía en la penúltima ronda del torneo continental. De hecho, el martes hasta las 21.00 horas eran muchos los que daban por hecho una semifinal Atlético-Barcelona y otra en la que no estaría el Madrid y sí el City. Castillo de naipes que se vino abajo en solo 24 horas y que ha supuesto un antes y un después en la temporada del equipo blanco, que ve cómo tiene muy cerca un nuevo doblete, como el que ya consiguiera en 2022, en la primera temporada de Ancelotti de esta segunda etapa como entrenador blanco. El cómo, y las críticas del antimadridismo, no le interesan al italiano.

«No me sorprende lo que se ha dicho tras el partido de Mánchester. Cada uno puede opinar como quiera. Nosotros tenemos claro cómo tenemos que jugar. Hay que manejar bien el aspecto ofensivo y, también, el defensivo. A veces, hay partidos en los que tú tienes la pelota menos de lo normal. Y eso pasó allí. Todavía no he encontrado ningún aficionado madridista triste por lo que pasó en el Etihad… Igual en los próximos días sale uno. Como se dice aquí en España, 'háblame del mar, marinero'…».

Ancelotti utiliza su habitual fina ironía y su inteligente sentido del humor para dejar en evidencia a aquellos que intentan minimizar la gesta del Madrid en Mánchester. Su equipo está en semifinales de Champions y tiene la Liga a tiro de tres victorias. Todo eso sin Courtois, Militao ni Alaba. No ha habido lloros. Ni quejas. Ancelotti ha creído en su plantilla y se ha rodeado de un staff que le mantiene viva la llama de la ilusión: «Davide, Mauri y el resto del staff aportan entusiasmo, juventud, profesionalidad y seriedad. Para gente de mi edad esto es muy importante. Ellos me hacen dudar muchas veces a la hora de tomar decisiones. Y esto no es otra cosa que un ambiente sano y limpio de jugadores y staff, pero también de médicos, utilleros... Te permite sacar lo mejor».

Esto es justo lo que espera Ancelotti de un clásico en el que tiene la intención de poner el mejor once posible, pero seguramente haya algunas novedades tras la paliza de Mánchester. De hecho, Mendy no se entrenó ayer por una sobrecarga muscular y Carletto decidió darle un día más de descanso. Su titularidad no está asegurada, como tampoco la de Rudiger o Nacho. Ancelotti dejó entrever que Militao podría volver a estar en el once ocho meses y medio después de su lesión en San Mamés. Novedad a la que podría unirse la de Modric en el centro del campo, lo que dejaría a Kroos en el banquillo. El resto del equipo blanco sería el habitual, y el que logró la proeza en Mánchester, una vez que Carvajal y Vinicius, cambiados en el Etihad por problemas musculares, están listos para competir.

Al otro lado del puente aéreo, El Barcelona sigue soñando con el milagro. Se abraza Xavi Hernández a un discurso optimista antes de visitar el Bernabéu. Escocido aún por la eliminación en Champions ante el PSG, el técnico azulgrana confía en llevarse el clásico y que los cinco puntos a los que se colocaría el equipo azulgrana no serían un escollo insalvable en los seis partidos restantes. Es la única baza que le queda para no cerrar un año en blanco tras la goleada sufrida en la Supercopa de España, su eliminación en los cuartos de la Copa ante el Athletic y su nuevo batacazo europeo frente al PSG en casa. «Desde luego está abierta. Yo quiero pensar en positivo, en que ganaremos», insiste el egarense, que regresará al banquillo tras cumplir los dos partidos de sanción por su expulsión en la primera parte del partido en el Metropolitano ante el Atlético.

«Este domingo tenemos la oportunidad de enchufarnos a la Liga. Pasa a ser el partido más importante de la temporada. Nos encontraremos un Madrid fuerte y más después de eliminar el mejor equipo del mundo, el City. Euforia por las nubes. Hoy hemos entrenado bien. Ayer estábamos con la resaca de Champions. El equipo está con toda la ilusión del mundo para luchar por esta liga», insistía el preparador catalán, que únicamente tiene las bajas de Gavi y Balde para este partido.

Tampoco parece preocupar al técnico el estado emocional en el que llega su vestuario, cargado de reproches, al clásico. La eliminación ante el PSG fue alimentada por las críticas de Gündogan al equipo, especialmente a Araujo, que vio la roja a la media hora por una falta sobre Barcola cuando este encaraba a Ter Stegen. El uruguayo respondió molesto aludiendo a «los códigos» no escritos en un equipo de fútbol. Xavi, que suspendió el entrenamiento del jueves, reconoció una reunión interna tras el entrenamiento de ayer para «zanjar el problema».

De ahí que durante el clásico buena parte de los focos estarán sobre ambos futbolistas. También Cancelo recibió duras críticas por el evitable penalti que cometió sobre Dembélé y que significó el tercer tanto del PSG. El internacional portugués incluso ha denunciado graves amenazas en las redes sociales. «Hay comentarios en Instagram deseándole la muerte a mi hija que aún no ha nacido. No me lo dirían en la cara, porque tendríamos un problema. Es un mundo cruel y hay que saber vivir con él. Desearle la muerte a un bebé es algo muy serio», lamentó el lateral, que este domingo será el dueño de la banda izquierda.

Pocas dudas tiene Xavi en la alineación que presentará. Aunque Koundé ha jugado los últimos partidos en el lateral diestro, seguramente Araujo sea el encargado de posicionarse en la zona de actuación de Vinicius. Christensen podría regresar a la posición de pivote, acompañado de Gündogan y Frenkie de Jong, lo que provocaría que Pedri, que sale de una lesión, comience el partido desde el banquillo. En el banco estarán también Joao Félix y Ferran. Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski son en estos momentos inamovibles.

El partido de hoy puede ser un ligero soplo de esperanza o la puntilla para el proyecto azulgrana, cuyo banquillo quedará huérfano a final de temporada: «No hay ninguna reunión en las próximas semanas para hablar de mi futuro. No me han citado. Y eso no es importante. Mañana nos jugamos el título de Liga, y en caso de no ganar, ya será muy difícil».