Lopetegui se afloja la soga del cuello

Comparecía Julen Lopetegui con la soga al cuello tras los malos resultados y el ambiente generado en Sevilla. Los hispalenses solo habían sumado un punto de los doce disputados (un empate y tres derrotas) en LaLiga, lo que combinado con la goleada encajada en Champions esta semana ante el Manchester City generó un incendio en el Pizjuán. Los pañuelos y los abucheos hacia el palco, exigiendo la dimisión del presidente José Castro, derivó en una reunión de urgencia entre el Consejo de Administración y Monchi. Los rectores del club andaluz le encomendaron al director general deportivo del Sevilla la búsqueda de un nuevo entrenador con el que calmar a las masas y reorientar el proyecto deportivo si se perdía en Cornellá. El Espanyol comparecía algo más tranquilo tras su victoria en San Mamés, aunque agitado por la situación de Raúl de Tomás, que en las próximas horas podría anunciar su fichaje por el Rayo Vallecano.

No demostró tener miedo Lopetegui, fiel a sus principios. A pesar de los que se jugaba alineó a dos canteranos en la defensa de su once titular: José Ángel y Kike Salas. Se le puso enseguida de cara el partido. Un minuto tardó el Sevilla en anotar el primer gol. Una rápida transición del equipo andaluz acaba con el balón en los pies de Lamela, emparejado en carrera con Cabrera. El argentino profundizó todo lo que pudo y batió as Álvaro Fernández por debajo de la piernas, por el único hueco que quedaba. Lejos de celebrar el gol, Lopetegui, que estaba de pie en la banda, se sentó en el banquillo sin aspavientos. Respiraba el técnico. Quedaban aún 89 minutos por delante.

No se dejó impresionar el Espanyol por el gol encajado y trató de hacerse el dueño del partido. Sometió al Sevilla en los primeros minutos de partido y buscó el empate, sin peligro claro pero rondando la portería de Bono. Tras los aplausos de reconocimiento a Dani Jarque y Antonio Puerta se tranquilizó el partido y se estiró el equipo hispalense. Duro disparo de Jordán (min. 22) desde fuera del área que atajó Álvaro Fernández sin problemas. El exportero del Huesca ha convencido a Diego Martínez, que le prefiere a Lecomte, cuestionado en los tres primeros partidos de la competición

Empezó a respirar Lopetegui a la media hora. Un paradón de Álvaro Fernández fue la antesala del segundo gol del Sevilla. Un remate de En-Nesyri lo salva Álvaro Fernández a bocajarro y en la segunda jugada aparece José Ángel Carmona para empujarla y firmar un partido de ensueño para el canterano: asistencia y gol. La apuesta del técnico no podía ser más acertada. Y unos minutos después, antes del final de la primera partre, pudo cerrar el partido el equipo visitante. Contraataque de Óliver, que ve solo a Lamela, y el argentino trata de colocar con En-Nesyri e Isco en boca de gol esperando el pase de la muerte. Y de una portería a la otra. Excelente media vuelta de Joselu dentro del área en un balón que el delantero estrella en la cepa del poste cuando Bono estaba batido. El rebote le cae al propio atacante que vuelve a rematar pero, en esta ocasión, desviado.

Pero estaba escrito que el Sevilla tenía que volver a marcar antes del descans. Y en la prolongación, un grave y grosero error de Cabrera permitió el tercer gol, obra de José Angel Carmona. El uruguayo se dejó ganar en la presión y no acertó a despejar un balón que cazó el canterano andaluz para batir a Álvaro Fernández. En un partido loco, aún habría que computar un nuevo gol, éste de color blanquiazul. Cuadra Fernández no dudó en pitar un penalti tras unas manos de Acuña dentro del área. Se quejaba Lopetegui pero el árbitro ni consultaba al VAR. Lo ejecutaba perfectamente Joselu, a la derecha de Bono. Se tiró bien el portero brasileño pero no alcanzó el balón.

El gol del Espanyol antes del irse a vestuarios dio alas al equipo blanquiazul, que salió muy enchufado tras el descanso. Metió pólvora Diego Martínez, con la entrada de Dani Gómez, pero fue Martin Braithwaite el que le dio motivos a los pericos para creer. Excelente fichaje del Espanyol, a coste cero, que suma dos goles en dos partidos. El primero dio los tres puntos en san Mamés y el segundo fe ante el Sevilla. El danés remataba libre de marca con la cabeza y cazaba él mismo el rechace de Bono dentro del área para anotar el segundo blanquiazul. Tan alta era la moral perica, que un minuto más tarde Joselu intentaba una chilena que de entrar hubiera enardecido a Cornellá.

Lo intentó el Espanyol en los minutos finales y defendió el resultado el Sevilla, que pudo sentenciar con un remate de En-Nesyri, con uno menos tras la expulsión de Lamela. La prolongación fue un sufrimiento excesivo para los hispalenses, exhaustos y viendo cómo el árbitro pensaba alargar el partido para restañar todo el tiempo perdido. Victoria balsámica para Lopetegui aunque sigue en la picota tras el sufrimiento vivido en Cornellá.