Laporta se victimiza y pasa al ataque: «Tendrán que trabajar mucho más si quieren desestabilizar al club»

Laporta recordó que «en marzo, se cumplirán cuatro años que los socios y socias nos dieron su apoyo» y sacó pecho asegurando que estaban cumpliendo los objetivos: «Lo hemos hecho sin improvisar ni a golpe de idea del presidente ni con ayudas externas. Lo hemos hecho porque hemos trabajado bien, desde el club, la Junta, los trabajadores del club... Nos hemos consolidado y seguido un plan estratégico detallado que ha sido evaluado semanalmente por los ejecutivos. También se ha completado gracias al talento, conocimiento, valentía, audacia... por los ejecutivos del club, que hacen un trabajo extraordinario. No nos hemos rendido nunca. Todos queremos al Barça».

El presidente se puso beligerante y no se mordió la lengua: «Gran parte del éxito de cumplir los pilares es porque la mayoría de los socios entendieron que se trataba de salvar al Barça de una situación complicada y unos ataques que venían de tierra, mar y aire, desde fuera y también desde dentro». Y añadió: «Sabemos lo que representa el Barça. Nada de lo que ha pasado estas semanas nos ha sorprendido, si repasas la historia ya te esperas estas reacciones. Cuando emerges, diversos actores, con sus correspondientes apoyos mediáticos, imponen un relato ignominioso, que se repite. Nos conocemos ya todos. Pero no se han salido con la suya». Laporta pasó al ataque: «No se han salido porque nosotros hemos hecho nuestro trabajo. Nos quisieron liquidar, pero no nos rendimos nunca. Logramos lo que queríamos: la inscripción de Olmo y Víctor y volver al 1:1. Los socios sabían que era un ataque al escudo». Y aseguró que «cualquier campaña contra el club, no evitará que el Barça sea querido y admirado por millones y millones de personas de todo el mundo».

El tono de Laporta fue subiendo paulatinamente: «Yo he normalizado las críticas y sufrir acciones que sobrepasan todos los códigos deontológicos. Estoy acostumbrado a sufrir estas situaciones, pero no acepto que la fiscalización de mi cargo vaya acompañada de mentiras. No puedo permitir que se aprovechen de las críticas al presidente para atacar al club o desestabilizar al equipo. No lo aceptaré». El dirigente aseguró que «hemos salido reforzados de estas semanas, con energías renovadas» y que «no nos desestabilizarán en un momento crucial de la historia y con un equipo que dará muchas alegrías al barcelonismo y que ya le hace soñar». Además, mandó un aviso a navegantes: «Mucho tendrán que trabajar los desestabilizadores de fuera y dentro para tumbarnos. Tendrán que trabajar mucho más si quieren desestabilizar a un club con más de 100 años de historia».

Laporta explicó cronológicamente lo que sucedió en torno al caso Olmo: «En el caso Olmo, presentamos la documentación el 27 de diciembre, y LaLiga nos pidió completar la documentación. El 31 ya teníamos las normas, el 1:1. Pero LaLiga entendió que no y nos pidió más registros, no estábamos de acuerdo. La RFEF nos dijo que faltaba el 1: 1 pero que no habría problema en extender la licencia... LaLiga y la RFEF nos decía que el artículo estaba obsoleto, pero no nos dieron las licencias y no lo creíamos correcta. La finalidad norma es la estabilidad de la competición, y nosotros no entrábamos en este supuesto. Ambos jugadores tenían contrato y lo defendimos. El día 3 completamos la documentación y nos dieron la regla 1:1. Hicimos recurso al CSD. El Barça siempre ha cumplido la normativa, estamos en un estado de derecho. El CSD ha de apreciar para tomar la decisión que hay un daño de reparación, y también apreciar la apariencia de buen derecho. Y los servicios técnicos del CSD y los abogados del estado tomaron la medida».

El dirigente quiso explicar cómo han vivido este proceso Dani Olmo y Pau Víctor. «Han sufrido mucho, ellos y sus familias. No ha sido agradable. Les decíamos, os inscribiremos. Teníamos la razón jurídica, pero te la tienen que dar. Han sufrido mucho, no podían jugar. Han sufrido mucho por las consecuencias que tenía. Se han portado de cine. Estaban preocupados, pero intentando no afectar a la dinámica del grupo. Hemos intentado explicar la evolución pero no era fácil. Creo en el estado de derecho y la justicia, y no nos hemos rendido nunca y hemos logrado lo que queríamos. El hecho de que el CSD nos diera la cautelarísima y que haga referencia a la nulidad y a la falta de competencia del organismo que da las licencias... es importante. Y también han visto que nos hacía daño y que hacía referencia al buen derecho. El recurso ha sido elogiado por juristas de prestigio, el equipo legal ha hecho un trabajo extraordinario».

El abogado prosiguió con sus explicaciones y su interpretación de las trabas que se encontró el club para inscribir a Olmo y Pau Víctor: «Ha habido muchos entornos que querían desestabilizar al club, y otros no. Y algunos hablan porque si no no les escucha nadie. Que cada uno haga lo que crea que debe hacer. Puedo celebrar el hecho de que no les ha salido bien, porque hemos estado fuertes y determinantes. No nos hemos rendido. Soy consciente de que esto es cíclico, y que le modus operandi volverá a suceder cuando haya una situación complicada en la que el club buscará soluciones e intentarán que no lo consigamos. Sabemos quiénes son. Aquí nadie se chupa el dedo».

La decisión de la oposición y de algunos grupos azulgranas de trabajar por una moción de censura provocó la airada respuesta de Laporta, en desacuerdo con estos aficionados decepcionados con su gestión: «La oposición ha tenido una ocasión de oro para demostrar que querían al Barça y no lo han aprovechado. Se han puesto al lado de medios hostiles. Estamos en el buen camino, en el 1:1, un estadio nuevo, un equipo competitivo... ahora salen como setas. No sé dónde estaban en los momentos de dificultad. Se han puesto al lado de los organismos que nos querían desestabilizar. Los respeto, pero, ¿alguien cree que el presidente del Barça dimitirá por una decisión de LaLiga o la RFEF? Venderemos cara la piel. Estoy decepcionado con cómo han actuado las personas que quieren mandar en el Barça. No estaban al lado del Barça, han desestabilizado al club. (El presidente se emociona, casi llora). Valoro la fuerza de los jugadores, de Hansi Flick... en estos momentos de máximo sufrimiento. Lo aguantamos todo y no nos tumbarán fácilmente. El sufrimiento de los dos jugadores, el equipo, el entrenador y el club... no ha estado bien... Podían ponerse al lado del club y ayudar. Pero la mayoría de los culés lo han entendido. Querían desestabilizarnos de cara a la Supercopa, que se juega en un lugar que hace que tenga más repercusión internacional. Nos ha dado muy buena imagen. Parecía que querían que fracasáramos. Pobre Barça si está en manos de los que están en la oposición, ojalá no caiga nunca en sus manos. Han priorizado sus intereses en lugar de los del Barça. Constato unos hechos».

Se le preguntó a Laporta por su corte de mangas y por las palabras de Raphinha, asegurando que si estuviera en otro equipo dudaría en fichar por el Barça. Dos hechos que junto a la dimisión del directivo Juli Guiu y el fichaje frustrado de Heurtel habían menoscabado la imagen del club: «Se ha gestionado todo bien, el club hay que gestionarlo así, con capacidad de resistencia y sin rendirte. Aportando astucia, talento, valentía... y amando al Barça. Hemos trabajado así. Algunos son capciosos. No hay críticas del capitán. Llevasteis al capitán al huerto con las preguntas. El jugador estaba un tanto abatido, sólo sacasteis una parte. Es una persona excelente. He dicho que es el mejor club y que lo que dije es que si lo ves de fuera... es todo un falso relato que vaticina el apocalipsis. Pero no ha cuajado el relato falso que hacíais. La dimisión de Guiu no tiene nada que ver. Y en relación al caso Heurtel estaba negociando con el Real Madrid, salió como salió, no quiero darle bola...».

Profundizó el dirigente sobre su reacción, con corte de mangas incluida y unos supuestos incidentes en el palco: «Tenía una euforia contenida. Habíamos conseguido una cosa contra todo y contra todos. Tuve una reacción pero no insulté a nadie ni di patadas al mobiliario. Esta euforia contenida tenía parte de indignación porque me venía la cabeza el sufrimiento de todos. Había hablado con el presidente de la RFEF que nos dijo que nos tenían que dar la licencia, y hablé con él. Lo hablamos y lo aclaramos. Soy como soy, no me gusta hacer el papel. Tuve una reacción, es la que es y ya está». Laporta insistió: «No quiero señalar a nadie. Somos los principales defensores del estado de derecho. No se han esperado, estábamos haciendo el trabajo, que era complicado. Los hemos tenido a todos, o a casi todos, en contra. Ha habido personas que han tenido una actitud constructiva, que han hecho crítica constructiva y no con acoso a la Junta y pidiendo dimisiones... es un exceso de bilis. Muchos han dejado ir mucha bilis, y algunos odio, y esto es muy triste de ver. Me quedo, en relación a los medios, a los que eran prudentes y esperaban acontecimientos. Otros han ido a destrozar y liquidarlo todo. Pero somos fuertes y hemos logrado lo que queríamos. Se lo han comido con patatas».

El dirigente también detalló cómo lo había vivido él personalmente: «Hemos ganado la Supercopa, un partidazo, espectacular... Viendo la celebración en Canaletas... se nos olvidó todo. Fue magnífico. Hemos ganado a un gran equipo y eso da más valor. Nosotros lo aguantamos, estamos hechos de una pasta que lo aguantamos. Sufrimos al ver a los dos jugadores, al ver al entrenador preocupado. Crea angustia, a mí, a Deco, a Bojan... a todos los compañeros de Junta. Había tensión, cada mañana mirando las noticias... hablábamos con el departamento jurídico... la cautelar la dieron el día 8, pero no se pudo hacer efectiva hasta el día 9, que fue cuando inscribieron LaLiga y la RFEF a los jugadores. Os animo a los que seguíais creyendo».