Laporta, el gestor «impecable»

Como corolario, sostuvo Laporta, que estuvo arropado por su ex director general (Joan Oliver) y su ex tesorero (el economista Xavier Sala-Martín), que su gestión al frente del club azulgrana «es impecable». Y que el cómputo de su mandato «da beneficios incluso si se imputan las pérdidas de la junta anterior, o si se interpretan en contra de su junta todas las salvedades (discrepancias sobre cómo contabilizar según que gastos o ingresos) que la auditora Deloitte expuso en su informe.

La nueva junta de Rosell, en base a la auditoría de Deloitte, concluyó que en la temporada 2009-2010 el Barça cerró con unas pérdidas de 71 millones, mientras que Laporta y los suyos aseguraron que habían cerrado el ejercicio con 11 millones de beneficios. Según aseguraron Oliver y Sala-Martín en una y cansina exposición, lo que hizo la junta de Rosell es «reformular» las cuentas —decantando todas las salvedades discutibles que adujo la auditora en contra de Laporta— para presentar un mandato del ex presidente con pérdidas millonarias. Y luego, como consta en el orden del día del sábado, someter al juicio del socio compromisario, en la asamblea, si hay que denunciar o no a Laporta. Con la llamada técnicamente «acción de responsabilidad».

«Nada que esconder»

Laporta por su parte, amenazó ayer con impugnar la asamblea y con denunciar a la actual por arrojar «falsedades» y difamarle con informaciones sobre supuestos derroches verbeneros mientras era presidente. «Por aquello del “difama, que algo queda”», denunció. «No tenemos nada que esconder», declaró solemne el ex presidente del Barça y ahora candidato a las elecciones autonómicas catalanas con con su partido, Solidaridad Catalana. De hecho, se lamentó que finalmente la actual junta no haya hecho llegar a los socios los 400 folios de la cacareada «due dillgence» y haya optado por hacer una exposición sobre la misma durante la asamblea que se celebrará el próximo sábado. «Nos habría gustado que que el socio hubiera tenido acceso a este informe», remató.

Tras la plúmbea explicación de cómo ven ellos las cuentas —Laporta y compañía ha encargado una auditoría a otra empresa que les da la razón—, el ex presidente azulgrana detalló cuáles son a su entender los motivos que han llevado a Rosell y su actual junta a «difamar» la imagen y gestión de sus predecesores y antiguos compañeros de directiva. Así, aseguró que la maniobra del máximo responsable de la entidad se debe a un «resentimiento compulsivo» unido a un interés por acercarse a la «caverna mediática».

«Que muestren pruebas»

En cuanto a la acusación que se ha hecho contra su mandato y los «gastos excesivos» que desde la Junta Directiva actual se dieron a conocer, aseguró que todo era «falso» y apuntó que, de tener pruebas, Rosell debería mostrarlas. «Es falso. Es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano, si tienen las pruebas, que las muestren. No hay nada en la “due diligence· de todas las porquerías que se han llegado a decir. Ha habido filtraciones falsas», concluyó.