Al parecer, según ha detallado el abogado del denunciante, el letrado Me Yassine Yakouti, estamos ante un caso de «esclavitud moderna».
Según lo contado por el exempleado del meta costarricense, este se negó en todo momento a darle de alta en la seguridad social y contratarle de acuerdo a las leyes laborales de Francia.
«Aquí no trabajamos con las leyes francesas. Trabajamos según mis reglas. Sin contrato francés. Te pago en efectivo», afirma que le dijo Navas.
Siempre según la denuncia del exempleado, el portero le ofreció como alojamiento un sótano húmedo y sin ventanas en su vivienda de París y completaba jornadas laborales de 90 horas a la semana, es decir, una media de doce horas al día si contamos con que trabaja de lunes a domingo.
Un empleo por el que percibía en efectivo 3.200 euros al mes, que pued eparecer una alta cantidad pero que dadas las condiciones que aguantó durante los 20 meses que ejerció de asistente para el portero, le han llevado a presentar la denuncia.
Por el momento, ni el portero ni su entorno se han pronunciado al respecto.
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