El juez procesa de nuevo a Rubiales por el beso a Jennifer Hermoso

El movimiento llega una vez que la seleccionadora femenina Montse Tomè haya prestado declaración como testigo, tal y como ordenó la Sala de lo Penal el pasado mes de enero y que dejó sin efecto el auto de procesamiento inicial.

En la resolución en la que se da por finalizada la instrucción, con fecha de este jueves, De Jorge, además de a Rubiales, también propone juzgar al director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, al exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda y al exresponsable de marketing de la Federación Rubén Rivera al considerar acreditadas las presiones posteriores a las que se sometió a la jugadora para que dijera públicamente que el beso había sido consentido y que "crearon en Jennifer hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés", según el auto.

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En el escrito, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional reitera los argumentos expuestos en su primer auto de procesamiento en el que concluía que el beso a la jugadora «no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva» del entonces presidente de la RFEF, que tras esta decisión se encuentra un paso más cerca del banquillo.

Ahora la Fiscalía y el resto de acusaciones personadas tienen un plazo de diez días para presentar su correspondiente escrito de acusación y solicitar la apertura de juicio oral.

De las diligencias practicadas durante la instrucción, el magistrado entiende que existen indicios racionales de que el día 20 de agosto de 2023, en Sidney, con ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española, Rubiales "sujetó la cabeza" de Hermoso" con "ambas manos, a la altura de los oídos, y de manera sorpresiva e inesperada propinó un beso en los labios de la jugadora, que no se apercibió de la intención del querellado de besarla en los labios ni dio su consentimiento para ello". El magistrado relata como Hermoso, "desconcertada y sorprendida" por el beso en los labios, "no tuvo tiempo de reaccionar".

"La jugadora trató de restarle importancia en un primer momento y continuar celebrando el histórico triunfo de la selección. No obstante, conforme iban pasando las horas, la euforia del triunfo fue dando paso al malestar y al sentimiento de haber sido ofendida por la acción antes relatada, malestar que fue en aumento ante las presiones de Luis Manuel Rubiales Béjar y de su círculo próximo para que públicamente manifestase que el beso había sido consentido", prosigue.

Presiones, según el auto, que tuvieron lugar en persona, por WhatsApp y a través de terceros. Consta un mensaje que Albert Luque envió a una amiga de la jugadora. En él acusaba a Hermoso de ser mala persona, le deseó "que se encuentre muy sola en la vida" y le anunció que si eso sucedía, él iba a alegrarse. Hay más episodios. Todos ellos, según el juez, crearon en Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés.