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El segundo palo

Sor Del Bosque al rescate de Moncloa

«Y aquí es cuando viene la gran genialidad de la fábrica de los nombres grandilocuentes, el truco del almendruco de colocar a dedo al frente de esta Comisión de juguete a un hombre de paja, otro de los suyos»

Siempre nos quedará papá Real Madrid

Juanma Rodríguez

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Algo sí hay que reconocerle a la fábrica de los nombres grandilocuentes, o sea el PSOE, y es esa habilidad innata suya para captar la atención del respetable público desviándola al mismo tiempo de lo que es verdaderamente importante. Pondré un ejemplo: quien ha convertido ... en un terreno yermo e inhóspito a la federación española de fútbol ha sido Luis Rubiales, a quien, y hasta el fatídico beso mortal (José Luis Garci dixit), el Gobierno mantuvo en el puesto contra el viento del sentido común y la marea de lo razonable so pretexto de que era uno de los suyos. Y lo era, vaya que si lo era, y ahí están sin ir más lejos los entrañables wasaps de Luis dirigidos hacia Pedro que lo acreditan. En la fábrica de los nombres grandilocuentes creían que era bueno para el partido que alguien con las hechuras de Rubiales pudiera darle réplica diaria a Javier Tebas, que además podría llegar a votar alguna vez a VOX, en su OK Corral.

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