El segundo palo
Simeone es Nodoyuna y el Madrid es Penélope
«Si, en vez de elegir a Redondo, Mendoza hubiera fichado al Cholo es muy probable que hoy fuera un emblema del club de sus sueños en vez de serlo del Atlético de Madrid»
No diga Louzán, diga pisacharcos
Simeone, durante un partido del Atlético de Madrid
Puede que lo más cerca que haya estado jamás Moriarty de acabar definitivamente con Sherlock Holmes haya sido en 'El caso de los dedos cortados' cuando, aparentemente hipnotizado por la amoral aunque bellísima Lydia, le tuvo paseando por la cornisa de un ático tras haber ... firmado de su puño y letra una carta de suicidio. Pero quia, nuestro detective favorito no estaba dormido, no, sino que fingía y de paso ganaba tiempo hasta la llegada del doctor Watson. Sin embargo, no consigo quitarme de la cabeza que la simulación supuso un riesgo innecesario porque, dormido o no, al malvado profesor le habría bastado con empujar a Holmes y este se habría aventurado al vacío como un saco de ladrillos. Puedo llegar a entender la frustración de Moriarty, que es similar a la del Coyote con el Correcaminos o a la de Pierre Nodoyuna (¡«no hay 'deguecho'»!) con Penélope Glamour. O la de Simeone con el Real Madrid.
Sí, entiendo al Cholo. Entiendo a Simeone porque no es lo mismo poder presumir de 15 Copas de Europa que no poder hacerlo de ninguna. Comprendo a Simeone como soy capaz de empatizar con el Coyote, siempre persiguiendo a un inalcanzable Correcaminos. Y lo entiendo porque estuvo a puntito de cumplir su sueño de jugar en el Madrid y, como dijo Courtois, poder probar a pequeños sorbitos el néctar del lado bueno de la historia. Si, en vez de elegir a Redondo, Mendoza hubiera fichado al Cholo es muy probable que hoy fuera un emblema del club de sus sueños en vez de serlo del Atlético de Madrid. Es decepcionante tener a Holmes ahí, paseando hipnotizado por la cornisa, a un solo empujoncito, y que Ramos te empate en el minuto 93 de partido. Maldito Sherlock.
Por eso, y teniendo en cuenta sus especiales circunstancias, hay que concederle su caramelito a Simeone. Si el Real Madrid gana el sábado será debido a la presión ejercida por la carta a Louzán y si es el Atleti el que se lleva los tres puntos habrá sido porque él es un puñetero genio. Eso sí que lleva ocurriendo los últimos cien años. Al contrario de lo que piensa la mayoría yo creo que su obsesión por el mejor club deportivo de la historia encierra en el fondo una profunda admiración. Como la de Moriarty por el inquilino del 221B de Baker Street: quiere acabar con él porque le idolatra y le idolatra porque le teme. No debe resultar nada sencillo llevar desde 1903 persiguiendo la sombra del jodido Sherlock Holmes.