Esta omertá

Por supuesto que la FIFA cocina sus propios premios no vaya a resultar que alguna de sus ovejas se despiste, elija con libertad y acabe descarriada. El horno se llama aquí 'panel de expertos' y es el encargado de colocar las señales de Stop: por aquí sí, por aquí no. Las once expertas de Infantino optaron por borrar al español Jorge Vilda de la foto finish de esa carrera amañada por convertirse en el mejor entrenador femenino y eligieron en su lugar a la mujer que perdió por delante del hombre que acabó ganando. Ya fuera porque estas catedráticas decidieran al dictado de lo ordenado desde Zúrich o ya fuera por pura discriminación sexual, lo que sería incluso peor, no se pudo votar al campeón mundial: ¿Por qué?

Pero el silencio en España ha sido aún peor. Nadie ha preguntado por Vilda, nadie se ha cuestionado ni por medio segundo que su ausencia de esa gala era una anomalía todavía más gorda que la entrega del premio de mejor jugador a un futbolista que evidentemente no lo merecía. Y es que el exseleccionador nacional ha sido directamente destruido, invisibilizado, eliminado. En suma, Jorge Vilda ha sido cancelado. Y yo me sigo preguntando por qué: ¿Porque Jennifer Hermoso dijo el otro día en Planeta Calleja que obligaba a las jugadoras a dejar las puertas de sus habitaciones abiertas? Imagino que llegará el día en que Jorge Vilda quiera hablar para ofrecer su versión de los hechos pero, mientras tanto y como dice Murakami, este silencio es tan profundo que casi hace daño en los oídos.