Joselu y el camino más largo hacia la cima

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Javier Asprón

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Junto a él, en el verde, correteaban felices sus dos hijos, Leo y Lucas. Y su mujer, Melanie, era incapaz de contener las lágrimas. En la grada también estaba su madre. «Se ha dado una paliza para venir aquí», decía el delantero. Y en el recuerdo, y también en la espinillera derecha que besa al entrar al campo, su padre. Uno de los grandes culpables de su amor al balón.

Joselu se convirtió el sábado en el tercer debutante más veterano de la selección, solo por detrás de Ferenc Puskas y del guardameta Fernando Argila. Hoy cumple 33 años, y a la celebración y prevista en la concentración del equipo en Glasgow se unirá una adicional por su estratosférico debut.

El camino que ha seguido hasta llegar a este momento traza una sinuosa línea plagada de desvíos. Nacido en Stuttgart, es hijo de unos emigrantes gallegos que regresaron a casa cuando él tenía cuatro años. Fue entonces cuando tuvo su primer contacto con el fútbol.

Es goleador desde niño, y eso es lo que llamó la atención del Celta, que lo reclutó para su cantera a los 13 años. Sus registros anotadores eran espectaculares y ya entonces lucía las mismas virtudes que hoy: cabeceador, fuerte físicamente y con un golpeo potentísimo. Es el delantero más efectivo de la Liga, el que más veces marca en relación a los disparos a puerta.

Fue el Real Madrid quien acabó llevándose a la joya gallega. Pagó por él 1,5 millones de euros y le dejó cedido una temporada, ya con el jugador asentado en el primer equipo celeste. Fue un año duro porque perdió la complicidad con la grada, que dejó de verle como un futuro ídolo y volcó su cariño en Iago Aspas.

Tampock resultó sencillo el aterrizaje en el Madrid. Una lesión le dejó sin ir al Mundial sub-20 y lastró sus primeros meses en el conjunto blanco. Recaló en el filial en una plantilla dirigida por Alberto Toril en la que también estaban Jesé y Morata como referencias ofensivas. Este último, ahora capitán de la selección, fue quien le dio la alternativa en La Rosaleda. En el cambio fue el primero en desearle suerte y Joselu se lo agradeció acercándose a él tras estrenarse como goleador de España.

También estaba en ese Castilla, Dani Carvajal , que primero fue su rival, luego su compañero y ahora su familia. Joselu y él son cuñados. Las mujeres de ambos son hermanas gemelas. El atacante se casó en 2016. El lateral en junio del año pasado. A Joselu le tocó leer en la boda.

La falta de oportunidades en el Madrid de Mourinho le obligó a probar suerte en otro sitio. Como sus padres, se convirtió en emigrante. El club le ofreció irse a Alemania en una operación de traspaso con opción de recompra y él aceptó. Ya nunca regresó a la casa blanca. Llegó al Hoffenheim, primera estación de un trayecto que le hizo conocer también Francfort y Hannover.

También conoció la Premier, primero en el Stoke City y luego en el Newcastle de Benítez. Pero loa goles no empezaron a florecer de nuevo de verdad hasta su regreso a España. En el Alavés formó una dupla temible junto a Lucas Pérez. El descenso de los vitorianos le abrió la puerta del Espanyol, necesitado de un recambio para Raúl de Tomás. El encuentro con el club perico no ha podido ser más fructífero. Ya estaba en el radar de Luis Enrique, pero ha sido De la Fuente quien le ha permitido convertirse en internacional. Dentro del campo se lo agradeció con creces el sábado, pero fuera lo seguirá haciendo de por vida.