Un equipo en la Champions League, un sueño saudí inviable jurídicamente

Esta pretensión, independientemente de que podría ampliar las fronteras del fútbol europeo y también, posiblemente, sus finanzas ante una creciente disminución en el interés de los aficionados, colisiona frontalmente con la organización actual del fútbol europeo y mundial, con sus estructuras y ámbitos competenciales y geográficos y, por ello, hoy por hoy, dicha propuesta resulta inviable.

La participación de clubes en la Confederación Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) está exclusivamente reservada para los equipos que, reuniendo una serie de requisitos (de mérito deportivo, de infraestructuras, legales y financieros), formen parte de alguna de las asociaciones miembros de UEFA. ¿Y quiénes son o pueden ser miembros de UEFA? Pues las asociaciones nacionales de fútbol situadas en el continente europeo, con sede en un país que sea reconocido como estado independiente por la mayoría de los miembros de las Naciones Unidas, y que sean responsables de la organización del fútbol en el territorio de su país. La Federación de Fútbol de Arabia Saudí no se encuentra situada en el continente europeo y ello, de por sí, ya imposibilitaría la posibilidad antes apuntada. Un club perteneciente a una asociación que no es miembro de UEFA no puede participar en las competiciones UEFA. Es así de simple.

Con base en la actual regulación, para que un club saudí pudiera participar en la Champions, la Federación Saudí debería solicitar integrarse en la propia UEFA, aunque esta posibilidad es nuevamente inviable por no decir imposible, pues, al ser miembro de la Confederación de Fútbol de Asia, ni UEFA ni FIFA admitirían tal operación. Por ello, el actual régimen jurídico imposibilita que dicha participación pueda darse.

Ahora bien, jurídicamente sería posible, aunque inviable en términos probabilísticos, que el Congreso de UEFA (es así como se denomina a la asamblea general de este organismo) decidiera aprobar una modificación estatutaria por medio de la cual se decidiera otorgar una especie de 'autorización temporal' para que un club afiliado a una asociación no miembro, que además forme parte de otra confederación, pudiera tomar parte en sus competiciones.

Dicha posibilidad. remota debido a sus implicaciones de todo tipo (económico, jurídico, político...), requeriría la conformidad de UEFA (a través de la mencionada modificación estatutaria que necesita de un apoyo de dos tercios o más de las asociaciones miembros presentes en el congreso, lo que ya de por sí resulta notablemente complicado). Pero también necesitaría la conformidad de la Federación de Arabia Saudí, y de la propia FIFA, cuya administración no vería con buenos ojos una operación que va en contra de uno de los principios fundamentales del fútbol internacional, el de territorialidad.

Jorge Vaquero es abogado especialista en Derecho deportivo en VSports Legal Firm