FÚTBOL
James Rodríguez, un conflicto diplomático con Colombia: «Es un misterio. Aquí es nuestro líder y allí es uno más»
El país natal del cafetero, indignado con el Rayo y con su entrenador por la falta de minutos de su estrella, que comienza a impacientarse
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Madrid
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Iniciar sesiónEl guion suele ser similar. El Rayo escribe en algunas de sus redes sociales, como es habitual en todos los clubes del fútbol profesional, y al segundo le llueven cientos de comentarios de aficionados colombianos que le dicen de todo por la invisibilidad de James ... Rodríguez en el conjunto vallecano. Da igual si lo que ha publicado el Rayo nada tiene que ver con el jugador cafetero. Hay un enfado importante por lo que en el país suramericano consideran una decisión inexplicable. «Es un misterio para nosotros. Aquí es nuestro líder, nuestro capitán y allí es uno más», explica Juan Coronado, uno de los periodistas deportivos más populares de Colombia.
James Rodríguez, concentrado ahora con su selección, fue uno de los grandes fichajes del pasado verano. Venía de ser nombrado MVP de la Copa América y de conducir a Colombia a la final, en la que cayó contra Argentina. Una segunda juventud para un futbolista al que ya se le había enterrado para la élite. El Al-Rayyan catarí, el Olympiacos griego y el Sao Paulo brasileño fueron sus tres últimos destinos y en ninguno de ellos tuvo un papel determinante, pero su rendimiento era totalmente opuesto en la selección, y ese James es el que convenció a Martín Presa para devolverlo al fútbol español, donde ya estuvo entre 2014 y 2017 y en la temporada 2019-20, siempre con la camiseta del Real Madrid.
«Desde Maradona con el Nápoles no se había visto nada igual», dijo el dueño del Rayo tras anunciar el fichaje de James en agosto, pero han pasado ya tres meses y el centrocampista es un jugador residual. «No sabemos si tiene un problema con el vestuario, con el entrenador o con ambos, pero lo que tenemos claro es que en Colombia todo el proyecto de la selección gira en torno a él y se siente importante. El peso futbolístico de Colombia no es lo mismo con James o sin James y da igual si juega o no en el Rayo. Y eso a él le está pasando factura y afectando», comenta Coronado.
Su pensamiento es el de millones de compatriotas, miles de ellos asentados en España y en Madrid, que acuden cada dos domingos a Vallecas con el deseo y la ilusión de ver a James en el once, pero eso nunca sucede. Hasta el propio Martín Presa mostró el pasado viernes, en la previa del encuentro ante Las Palmas, su sorpresa por la situación del '10': «A los que nos gusta el fútbol, esperamos y deseamos ver a James titular, es de esos jugadores únicos».
Pero una cosa es lo que piense el propietario del Rayo y otra es lo que pasa por la cabeza de Íñigo Pérez. El entrenador del Rayo, pese a ser el más joven de Primera, va sobrado de personalidad y no se casa con nadie, solo con su idea futbolística. Al técnico rayista le encanta un fútbol de revoluciones elevadas. Además de la presión alta, le gusta que su equipo corra, que los partidos sean de ida y vuelta antes que de fútbol control, y ahí el perfil de James está en fuera de juego. El cafetero es un jugador de toque y pausa, muy alejado de la dinámica de este Rayo. Un contra estilo que le penaliza a la hora de encontrar un hueco en el once. De los 13 partidos de Liga que ha podido jugar James, en cuatro de ellos no ha tenido ni un solo minuto y solo en uno, frente al Leganés, ha sido titular.
«Nada personal»
«No es una cuestión personal. Sencillamente, el fútbol que propone Íñigo Pérez es muy físico, de mucho ritmo y ese no es el estilo de James. Isi, Álvaro y Trejo son ahora mismo indiscutibles para el entrenador», comentan fuentes cercanas al Rayo. Las mismas que cuestionan el estado físico del jugador. Llegó fuera de forma de las vacaciones de verano y su evolución no es la más aconsejable para convencer a su entrenador que puede estar a la altura de la exigencia que le exige Íñigo al equipo. Y, de momento, no le va mal. El Rayo se ha ido al parón duodécimo, con 16 puntos, seis por encima de la zona de descenso. «Juegan los que el entrenador cree que nos darán la victoria y es difícil entrar en el equipo», explica también Martín Presa, sabedor de que su entrenador no se va a dejar presionar por él ni por nadie. Ahí está también RDT, pasando más tiempo en el banquillo que en el campo, a pesar de que fue otro fichaje de la planta noble.
¿Y qué piensa hacer James con este decorado? Sus 136 minutos no son lo que él se hubiera imaginado cuando dijo sí a la propuesta de Presa. De hecho, desde Colombia y desde su entorno se está filtrando que no está cómodo y que quizás se busque una salida en el mercado invernal, algo que tampoco altera el pulso de Íñigo Pérez. «No soy consciente de los rumores y tampoco he hablado con él sobre esta información ni el club me ha dicho nada. Tampoco es el momento y, si lo fuera, estoy abierto a conversar con cualquier jugador que esté incómodo por su situación», comentó el técnico del Rayo la pasada semana. Una posición que choca de frente con lo que quiere Martín Presa y que indigna a Colombia. James Rodríguez, un conflicto diplomático.
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