El uno por uno del Inter-Barça: solo faltó el gol de Lamine Yamal

Este es el uno por uno del Inter-Barça:

Central con instinto de sabueso. Cortó, tapó, mandó. Resistió en el barro. Cerró su zona con autoridad y anticipó cuando hizo falta.

Alma de genio. Solo, acosado, peleó hasta el suspiro echándose el equipo a la espalda. Le da igual que le vigilen tres o cuatro defensas, pero le faltó el gol.

Vertical, rápido, aunque poco fino con balón. Aportó empuje, aunque sin claridad pese a que Gerard le dio facilidades.

De héroe a villano. Marcó el 2-1 en una volea extraordinaria para, a continuación, fallar el posible 2-2 solo ante Sommer.

Le dio a Lamine un curso de golpes bajos. El arte de hacer la falta oportuna. Subió poco, pero defendió con agresividad.

Parecía que el partido le estaba pasando por encima, sobre todo en defensa, cuando se desató con dos asistencias de mucho nivel.

Medio cojo sigue siendo un peligro. Marcó y sacó el penalti a Cubarsí. Apareció donde duele hasta que el físico dijo basta.

Nervioso y disperso al inicio. Perdió el balón que terminó en el primer gol. En la segunda mitad se enmendó en ataque.

Hizo el trabajo sucio. Trabajó sin descanso. No brilló con balón, pero generó espacios y molestias sin notar el brutal desgaste.

Desaparecido, participando poco, sin chispa, sin acierto... Pero con capacidad para aparecer en el momento más oportuno.

Decisivo en cuartos ante el Bayern; fundamental también en la penúltima ronda. Su gol en la prórroga vale una final.

Su aparición en la segunda mitad fue decisiva para llevar el duelo al tiempo extra. Cuando él fluye, el Barça es otra cosa.

Decisivo. Sacó tres manos claves y sostuvo al equipo cuando más sufría. El mejor del Inter por distancia. Concentrado, frío y efectivo.